La Alianza por Chile, el conglomerado de la oposición de centroderecha, tiene solo un 22% de apoyo y un 66% de desaprobación ciudadana, según reveló esta semana un sondeo de la encuestadora Adimark. Las cifras muestran que los partidos que se oponen a Michelle Bachelet atraviesan una fuerte crisis.

De hecho, hasta ahora, el único líder de ese sector con posibilidades de convertirse en candidato en 2017 es el expresidente Sebastián Piñera (2010-2014). En este marco, ha nacido en Chile un nuevo partido de ultraderecha, cuya inspiración es nada menos que la figura de Augusto Pinochet Ugarte.

Por mi patria, así se llama el movimiento que este mes presentará la documentación respectiva al Servicio Electoral (Servel) para convertirse en partido político y que es liderado por Augusto Pinochet Molina, uno de los nietos del exdictador chileno. La irrupción de esta agrupación no ha dejado indiferente a nadie en Chile y es especialmente controversial, debido al largo historial de violaciones a los derechos humanos que cometió Pinochet entre 1973 y 1990.

En Chile, las heridas aún están abiertas debido al golpe contra Salvador Allende que quebró la democracia chilena. Aún hay desaparecidos, la mayoría de los militares y civiles culpables de crímenes contra la humanidad no fueron juzgados y no ha habido perdón ni reconciliación. En ese sentido, que un movimiento intente convertirse en partido admirando a Pinochet, genera una serie de cuestionamientos, principalmente desde la izquierda. La propia presidenta Bachelet fue víctima de torturas durante la dictadura.

El propósito del nieto de Pinochet es legalizar la agrupación Por mi patria y para ello convocó a exmilitantes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de derecha chileno que durante años intentó mantener vivo parte del legado de Pinochet, con varios políticos ligados al régimen militar. La UDI forma parte de la Alianza por Chile, que llegó a La Moneda de la mano de Piñera, quien a su vez milita en el centroderechista Renovación Nacional (RN), que no es pinochetista. De hecho, Piñera fue opositor a la dictadura.

El grupo Por mi patria no solo funciona en Santiago, sino también en ciudades como Concepción y Puerto Montt. La idea es llegar a todo Chile para convertirse en partido político y así participar en las próximas elecciones parlamentarias de 2017. También esta agrupación ha logrado convocar a exmiembros del Movimiento Unitario Nacional, ligado al ‘mundo militar’.

El nieto

¿Cuál es la ideología de este movimiento? El propósito es defender la ‘herencia’ del régimen de Pinochet, principalmente en términos económicos, y del modelo de sociedad que se construyó durante la dictadura. Aquello pese a cifras que indican que durante el gobierno militar la desigualdad y la pobreza no hicieron más que escalar. Asimismo, por supuesto, critican la gestión de Bachelet y sus reformas estructurales (tributaria, educacional, electoral, laboral, etc.).

Además, en temas valóricos, se oponen al matrimonio homosexual, aunque sostienen que están de acuerdo con el proyecto ‘Acuerdo de Vida en Pareja’, que se discute en el Congreso y que espera regular relaciones de hecho entre personas del mismo sexo. Al mismo tiempo, se oponen a la legalización de la marihuana.

Eso sí, no son contrarios al aborto -otro de los temas que actualmente discute la sociedad chilena-, siempre y cuando la interrupción del embarazo sea por razones terapéuticas, alternativa que paradójicamente fue penalizada por Pinochet casi al final de su régimen. En cuanto a los cuestionamientos por defender la figura de un gobernante que violó los derechos humanos, con casi 3 mil muertos y miles de torturados, Por mi patria se defiende al sostener que esos “fueron hechos puntuales, porque de lo contrario hubiese habido muchas más víctimas”.

El nieto de Pinochet es conocido en Chile por haber pronunciado un discurso en el funeral del exdictador, en diciembre de 2006. En esa ocasión, Pinochet Molina apareció vestido con uniforme en la Escuela Militar y no reparó en elogios para su abuelo. Pero además lanzó una severa crítica a la justicia chilena. “La batalla más dura fue su vejez, ver cómo su mujer y familia eran vejados por jueces que buscaban más renombre que justicia”, dijo en esa ocasión.

Se espera que el proceso de inscripción de Por mi patria coincida con un acto que preparan a manera de homenaje a Pinochet, con motivo de su natalicio 99, que es el próximo 25 de noviembre. El año pasado, una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) reveló que el 76% de los chilenos considera a Pinochet como un dictador. A su vez, el 12% se mostró de acuerdo con que “las muertes durante el régimen militar fueron un mal necesario para impedir el comunismo”.

Algunos analistas estiman que el surgimiento de este movimiento responde a una cierta nostalgia de una parte minoritaria de la sociedad chilena que no quiere renegar de Pinochet y que estima que hasta la propia UDI y figuras de derecha han ‘traicionado’ los ideales del excomandante del Ejército. En ese sentido, Por mi patria estaría bastante alejado de los actuales postulados de la Alianza por Chile, la oposición a Bachelet.