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Trabajadores de limpieza padecen explotación

Trabajadores de limpieza padecen explotación
30 de diciembre de 2013 - 00:00

Al menos 400.000 limpiadores, en su mayoría mujeres inmigrantes, son vulnerables a la explotación, maltratos y trabajos forzados, según evidencias presentadas en el marco de una nueva investigación por abusos en el sector de limpieza de Gran Bretaña.

La pesquisa, a cargo de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, tiene previsto dar a conocer sus conclusiones el próximo mes.

La investigación fue abierta tras denuncias de malos tratos, salarios bajísimos y hasta trabajos forzados a limpiadores, incluidos aquellos que trabajan en viviendas particulares y tiendas comerciales, pasando por conserjes en oficinas, empresas y hasta en clubes de la Premier League inglesa.

De acuerdo al informe, más de 400.000 limpiadores son vulnerables a abusos, y trabajan en un sector “muy mal regulado y plagado de explotación”.

Del total de los limpiadores, 60% son mujeres, y de ellas un 25% tiene más de 54 años.

En Gran Bretaña, el 33% de todos los limpiadores es inmigrante, muchos de ellos desconocen sus derechos y beneficios como trabajadores.

La evidencia presentada a la comisión reveló que la crisis económica que comenzó en 2008 llevó a un empeoramiento de las condiciones para los limpiadores.

Tanto juzgados de trabajo como centros de consejo al ciudadano están registrando cada vez más casos de limpiadores abusados o explotados.

Una compañía recibió hasta 37 denuncias por no pagar a sus limpiadores. Otras empresas enfrentan denuncias por trabajos forzados, abusos y mala paga a sus conserjes.

Una de las organizaciones que ha registrado un mayor número de casos de este tipo es la Latin American Women’s Rights Service (Servicio de Derechos para las Mujeres Latinoamericanas) que presentó evidencias a la comisión.

“Este es un sector muy poco regulado y la gran proporción de las personas que trabaja limpiando gana por debajo del salario mínimo”, declaró la directora de esa entidad, Carolina Gottardo.

“Todos sabemos que esto pasa todo el tiempo, pero con ajustes presupuestarios y recortes en la ayuda legal es muy difícil que una persona que gana menos del salario mínimo pueda batallar contra ello, por ende la gente queda sin acceso a la justicia. Es por ello que esta pesquisa es muy importante, porque muchos limpiadores están siendo abusados y el problema se está volviendo totalmente invisible”, destacó la experta.

El grupo denunció que muchos limpiadores inmigrantes reciben hasta la mitad del salario mínimo y son forzados a trabajar horas extras sin cobrar lo que les corresponde.

En muchos casos, los limpiadores no denuncian su situación porque tienen miedo de perder sus trabajos, porque le temen a sus jefes o porque piensan que podrían ser deportados a sus países de origen.

El Servicio de Derechos para las Mujeres Latinoamericanas indicó que algunas limpiadoras reportaron haber sido sexualmente abusadas y hasta violadas por sus jefes.

Según Gottardo, en muchos casos las mujeres desconocían sus derechos o de qué forma llevar sus casos a la justicia.

Alice Teague, jefa del área de empleo y economía de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, dijo que la investigación ayudará a echar luz sobre un sector de la economía totalmente descuidado.

“El propósito de esta iniciativa no es identificar firmas, sino qué es lo que está pasando en el sector de limpieza”, sostuvo Teague.

En ese sentido, se mostró esperanzada en que el ente regulador logre trabajar con las empresas de limpieza para mejorar las condiciones laborales, aunque también imponer severas multas en caso de no cumplir con sus obligaciones.

La pesquisa se enfocará en limpiadores que trabajan en oficinas, hospitales y comercios, aunque también se extenderá a limpiadores de casas particulares.

Modificaciones a la ley de inmigración y visado introducidas el año pasado hicieron que los limpiadores estén atados a sus jefes y no puedan cambiar de empleo. Críticos a esa medida sostienen que esto impide que aquellos empleados abusados puedan abandonar sus trabajos o denunciar explotación.

“Nosotros ciertamente hemos notado un deterioro en las condiciones para las trabajadoras domésticas desde que los cambios de visados fueron implementados en abril de 2012”, declaró Catherine Kenny, consejera comunal del grupo Kalayaan, que defiende los derechos de inmigrantes trabajadores del sector de la limpieza.

“Sumado a ello, cada vez más personas con este tipo de visados ganan menos del salario mínimo, tienen vacaciones impagas o se les permite abandonar la vivienda de su empleador sin ser acompañados”, continuó.

Para Andy Hull, concejal por el barrio de Islington, en el norte de Londres, uno de los problemas es que las autoridades no hacen cumplir el pago del salario mínimo.

“Aquí en Londres, las limpiadoras son muchas veces mujeres inmigrantes, en su mayoría sin calificación y mal pagadas”, dijo el político.

“Es hora de que los dueños explotadores de hoteles que pagan a sus limpiadores tan poco por habitación que no logran cobrar el salario mínimo sean investigados, forzados a pagar el dinero correspondiente, y se levante el anonimato de los infractores para que se sientan avergonzados por lo que están haciendo”, concluyó.

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