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El Telégrafo
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La inflación es el mayor enemigo de jartum

Sudán sube el ánimo por posible retiro de sanciones

Ahmed Abdalá comparte el ‘chai’ (té) con su familia. Es ingeniero y está motivado por el levantamiento del embargo.
Ahmed Abdalá comparte el ‘chai’ (té) con su familia. Es ingeniero y está motivado por el levantamiento del embargo.
Foto: AFP
10 de octubre de 2017 - 00:00 - Agencia AFP

Jartum, Sudán.-

Hace años que el ingeniero sudanés Ahmed Abdalá sobrevive a duras penas por culpa de la inflación galopante y la crisis económica. El levantamiento de algunas de las sanciones estadounidenses le ha devuelto la esperanza.

“Nos cuesta sobrevivir y mi salario (de 340 euros, 400 dólares) no basta siquiera para cubrir las necesidades básicas”, declara este ingeniero del sector privado que vive en una casa de ladrillo y adobe en un barrio marginal de Omdurman, ciudad cercana a la capital, Jartum. Se las arregla pidiendo préstamos.

La economía sudanesa anda a rastras debido a los déficits presupuestarios, la alta inflación y las sanciones económicas impuestas por Washington desde 1997 por el presunto apoyo de Jartum a grupos islamistas.

El viernes de la semana anterior, Estados Unidos anunció que algunas de estas sanciones se levantarán a partir del 12 de octubre, poniendo así fin a dos décadas de aislamiento de Sudán en los mercados internacionales.

Sin embargo, Washington mantiene a Sudán en la lista negra de Estados que financian el “terrorismo”, lo que subrayó el sábado el enviado estadounidense en Jartum.

“Es algo que ambas partes tienen entusiasmo en discutir, pero tenemos que estar seguros de que se dan las condiciones adecuadas para hablar de retirar (a Sudán) de la lista”, declaró el sábado Steven Koutsis.

El embargo estadounidense “ha debilitado al Estado y sus instituciones”, lamentó el presidente sudanés Omar al Bashir la semana pasada. Las sanciones restringieron las transacciones bancarias internacionales, los intercambios tecnológicos y la comercialización de piezas sueltas, lo que ha afectado al crecimiento.

Cientos de fábricas tuvieron que cerrar o funcionan a medio gas por la dificultad para importar equipamiento y máquinas.

Combate a la corrupción

Además de las sanciones, Sudán sufrió un revés considerable con la secesión de Sudán del Sur en 2011, que le amputó la mayor parte de sus ingresos petroleros.

Antes de la secesión del sur, el país recibía unos 5.000 millones de dólares anuales de inversiones extranjeras, pero esta cifra cayó a menos de 2.000 millones con un crecimiento de 3,5% en 2016.

Con la subida de los precios de la energía, la inflación se disparó hasta alcanzar el 35%, con lo que algunos productos básicos han dejado de ser asequibles para familias como la de Ahmed Abdalá, padre de cuatro hijos.

Para los expertos, el levantamiento de las sanciones estadounidenses ayudará a revitalizar la economía local, pero es insuficiente.

Ayudará al país “a acceder a las nuevas tecnologías y al mercado financiero internacional, lo que le permitirá gestionar mejor sus importaciones y exportaciones”, explica Mohamed El Nair, profesor de Economía de la universidad El Mughtaribeen de Jartum.

Según él, el levantamiento de las sanciones tendrá un impacto general aunque inicialmente se notará sobre todo en los transportes, la educación y la sanidad. El sector del transporte aéreo será uno de los primeros. Hasta ahora Airbus y Boeing se negaban a vender nuevos aviones a las compañías sudanesas y a suministrarles piezas sueltas de recambio.

Pero la economía necesita otro tipo de medidas, insiste El Nair, como “reducir gastos, combatir la corrupción y mejorar el entorno general de los negocios”.

El Fondo Monetario Internacional pidió “reformas económicas temerarias y de larga duración” para favorecer el crecimiento. En cualquier caso los comerciantes de Jartum han recobrado la confianza.

“Nuestro volumen de negocio se derrumbó tras la subida de 45% en el precio de la carne con respecto al año pasado”, explica Tareq Diab, dueño de una carnicería en la capital.

Incluso los sectores como el de la producción de carne mejorarán con la supresión de las sanciones, asegura el comerciante, porque se necesitan nuevas tecnologías y otras razas de ganado. (I)

DATOS

El Ministerio de Exteriores celebró la decisión del Gobierno de Estados Unidos de levantar las sanciones que durante 20 años empobrecieron a los sudaneses.

El 4 de noviembre de 1997, la entonces secretaria de Estado de Estados Unidos Madeleine Albright anunciaba las duras sanciones económicas en contra de Sudán, por supuestamente apoyar el terrorismo.

Otra de las grandes razones para el embargo contra el país norafricano fue la violación de derechos y persecución a las minorías religiosas. Aquí cristianos, bahá’ís o judíos enfrentan discriminación.

Sudán está ubicado al sur de Egipto, país con el que comparte una extensa frontera. La religión de estado es el Islam. El país pertenece a la liga árabe y ha sufrido largas décadas de guerra civil.

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