La expresidenta socialista chilena Michelle Bachelet obtuvo el 46% de los votos, frente al 25% de la candidata oficialista Evelyn Matthei, escrutado oficialmente el 78% de las mesas tras las elecciones generales, lo que implicaría una segunda vuelta entre ambas aspirantes.

Si se confirma el resultado del Servicio Electoral, Bachelet, quien aspira a la reelección, debería enfrentarse a Matthei el próximo 15 de diciembre.

En el tercer lugar había un empate técnico. Según el primer cómputo oficial, el exdiputado socialista Marco Enríquez-Ominami sumó el 10,68%, mientras que el economista independiente Franco Parisi obtuvo el 10,49%.

Aunque quedó en primer lugar, la campaña de Bachelet se había ilusionado con la victoria en primera vuelta que le dé suficiente legitimidad para impulsar su ambicioso programa de reformas, que incluye un cambio en la Constitución.

“Nos gustaría y ese ha sido nuestro esfuerzo de convocar a votar para ganar en primera vuelta, porque hay muchas cosas que hacer”, afirmó Bachelet, tras emitir su voto, en medio de numerosos periodistas y adherentes.

“Estamos bien seguros de que vamos a pasar a segunda vuelta, pero en fin, al final, la única encuesta que vale es la de hoy día”, dijo en cambio Matthei tras votar en un colegio de Santiago.

Después de dejar el gobierno en 2010 con una popularidad récord de más del 80% e impedida por ley de acceder a la reelección inmediata, Bachelet comunicó en marzo su intención de volver a postularse.

En esta campaña es apoyada por el pacto Nueva Mayoría, que integran socialistas, democratacristianos y el Partido Comunista.

Pediatra y madre separada de tres hijos, Bachelet ha propuesto una reforma tributaria, la reinstauración del aborto terapéutico -prohibido en Chile en todas sus formas durante la dictadura de Augusto Pinochet- y abrir un debate del matrimonio igualitario.

Incidente en el comando de Nueva Mayoría

Un único incidente se registró en la jornada, cuando una veintena de estudiantes ocuparon por unas dos horas el comando de Bachelet que se encontraba semivacío.

Los estudiantes reafirmaron sus demandas por una educación pública, gratuita y de calidad y advirtieron que seguirán protestando el próximo año, tal como en 2011, cuando irrumpieron en las calles con multitudinarias protestas.

“Independiente de toda esta parafernalia electoral, quien salga al gobierno va a tener en las calles al movimiento estudiantil y al movimiento social”, advirtió la dirigente estudiantil Eloísa González.

Tras votar junto con su esposa, Cecilia Morel, el presidente Sebastián Piñera reafirmó su llamado a sufragar debido a que Chile estrenó el voto voluntario.

“Vale la pena hacerlo, vengan a votar”, afirmó el mandatario, que entregará el mando el próximo 11 de marzo.

Los chilenos en Ecuador exigen derecho a voto

Los chilenos residentes en Ecuador exigieron ayer el derecho al voto, coincidiendo con las elecciones presidenciales en ese país, que aseguraba el triunfo de la socialista Michelle Bachelet, en reemplazo del derechista Sebastián Piñera.

Con un acto simbólico de sufragio que tuvo lugar al pie del edificio en donde funciona la embajada de Chile en Quito, Manuel Soto, periodista y profesor en comunicación chileno que vive en Ecuador hace 15 años, afirmó que la intención es reivindicar el derecho a que los chilenos que viven en el exterior puedan sufragar.

De esa manera protestaron contra su gobierno, porque “desde cuando llegó la democracia al país, la derecha siempre ha impedido los comicios en el exterior ”.

La propia ley del Estado chileno impide ejercer aquello. Bachelet, quien ejerció el cargo entre 2006 y 2010, envió al Congreso el proyecto de ley que abría esa posibilidad, sin obtener resultados.

Soto destacó que las democracias modernas han cambiado y que, por ejemplo en el caso de Ecuador, les ha permitido a quienes residen en el exterior sentirse ciudadanos y sufragar sin ningún tipo de presión.

Bachelet, dentro de sus tres ejes de Gobierno, plantea una nueva Constitución y garantiza ese derecho. Ayer, al acudir a sufragar, la candidata afirmó que a sus compatriotas en el exterior se les ha vuelto a negar intervenir en las elecciones.