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El mandatario Rafael Correa felicita al gobernante electo
Sánchez, quinto exguerrillero en el poder en Latinoamérica
“Es una persona firme en sus decisiones, le gusta el trabajo en equipo y es abierto a las críticas”. Así define José Luis Merino, dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a su correligionario Salvador Sánchez Cerén, primer exguerrillero que dirigirá el destino de El Salvador y el quinto que accede al poder democráticamente en América Latina.
Tras cuatro días de zozobra por denuncias de fraude de la derecha, el Tribunal Supremo Electoral concluyó los escrutinios y anunció ayer que Sánchez Cerén ganó los comicios presidenciales del pasado domingo para el período 2014-2019.
De esta forma se suma a otros exguerrilleros que gobiernan en América Latina, como José Mujica (Uruguay), Dilma Rousseff (Brasil) Daniel Ortega (Nicaragua) y Raúl Castro (Cuba).
Bajo la bandera del FMLN (izquierda en el poder), Sánchez Cerén obtuvo un 50,11% de los votos frente a un 49,89% del candidato de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), el alcalde capitalino Norman Quijano, quien no reconoce su derrota. La diferencia es de apenas 0,22 puntos, un poco más de seis mil votos.
El tribunal salvadoreño no declarará oficialmente presidente electo a Sánchez Cerén, el actual vicepresidente del país, porque primero debe resolver los recursos presentados contra el proceso electoral, entre ellos uno de nulidad interpuesto el martes por Arena, por supuesto fraude electoral.
Con 69 años y 1,65 de estatura, moreno y de pelo cano, Sánchez Cerén, conocido por su seudónimo de guerra como “Leonel González”, es uno de los cinco comandantes que encabezaron a la guerrilla que en la década de 1980 combatió contra el ejército gubernamental, del que ahora, como presidente, será comandante general.
En su futuro gobierno estará acompañado en la vicepresidencia por otro exrebelde, Óscar Ortiz, conocido como el comandante ‘Guillermo Rodríguez’, de 53 años, el popular alcalde de Santa Tecla, una ciudad vecina a San Salvador.
Locuaz y encendido en sus discursos de plaza pública pero parco ante las cámaras, Sánchez Cerén ha sido vicepresidente del primer gobierno de izquierda de El Salvador, encabezado desde 2009 por el periodista Mauricio Funes.
Desde esa posición se proyectó con programas de apoyo a la educación, especialmente el llamado ‘Paquete escolar’, que distribuye útiles, uniformes y zapatos a niños pobres de escuelas públicas.
Como Ministro de Educación, cargo que desempeñó en el mismo gobierno hasta junio de 2012, Sánchez Cerén impulsó el programa social más exitoso y más apreciado por las familias salvadoreñas: el Programa de Paquetes y Uniformes escolares.
“Nos hemos ganado el derecho de gobernar cinco años más”, proclamó en la campaña, al destacar la lucha contra la pobreza, actualmente del 40,7% de los 6,2 millones de salvadoreños, seis puntos menos que antes de 2009, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Nació en Quezaltepeque, 25 km al norte de San Salvador, el 18 de junio de 1944 en el seno de una familia católica y es el noveno de 12 hijos de una pareja formada por un carpintero y una vendedora de mercado.
A los 19 años se graduó de docente. Trabajó en escuelas del departamento de La Libertad, donde constató la pobreza rural y comenzó su militancia sindical. En una escuela de Quezaltepeque conoció a su esposa, Margarita Villalta, una instructora de animadoras con quien vive hace desde 45 años y tuvo 4 hijos. A inicios de 1970, se incorporó a la base social de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), que aglutinaban al 60% de los combatientes de las 5 agrupaciones que en 1980 fundaron el FMLN para buscar el poder por la vía armada.
En abril de 1983, tras el asesinato de Mélida Anaya Montes y del suicidio de Salvador Cayetano Carpio, máximos responsables de la dirección de las FPL, Sánchez Cerén fue elegido secretario general del grupo y se incorporó a la Comandancia General del FMLN.
Vida en el FMLN
Juan García, un miliciano que acompañó al comandante Leonel González en el frente de guerra, lo describió como una persona “ordenada, seria, solidaria, de pocas bromas y sin líos de mujeres”.
Fue uno de los comandantes del FMLN que negoció la paz el 16 de enero de 1992 en México con la firma, con el entonces gobierno derechista de Arena, de los acuerdos que pusieron fin a una sangrienta guerra civil que dejó unos 75.000 muertos en 12 años.
Supervisó la destrucción de fusiles, un paso previo para legalizar al FMLN como partido político en diciembre de 1992 y fue también determinante para reestructurar su agrupación tras la expulsión de tres históricos excomandantes.
El FMLN intentó en 1994, 1999 y 2004, ganar la presidencia con líderes que combatieron en la guerra, pero nunca lo consiguió, hasta que en 2009 llevó como candidato al actual presidente Funes, un periodista de izquierda que no era parte del Frente.
En la primera reacción internacional, la líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, felicitó al exguerrillero.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, también se congratuló con el exguerrillero izquierdista por su victoria.
“Felicitaciones al presidente electo, compañero Salvador Sánchez”. “Un abrazo al bravo pueblo de Mons. Óscar Arnulfo Romero. ¡Que viva El Salvador!”, agregó el gobernante ecuatoriano, quien colocó su mensaje en la red social Twitter.