Con la promesa de impulsar el crecimiento y continuar los cambios sociales iniciados en Brasil hace 12 años, Dilma Rousseff asumió ayer su segundo mandato. En 2010 fue la primera mujer en ganar los comicios presidenciales brasileños.

En varios pasajes de su discurso resaltó la búsqueda de “transparencia” y ética”. “Enfrentaré sin miedo la lucha anticorrupción”, enfatizó como una muestra de aclarar el supuesto escándalo de sobornos que involucra a la estatal Petrobras.

La empresa e inversionista más grande de Brasil es el centro de una trama que involucra a un cartel de las principales constructoras del país, que pagaban millonarios sobornos a cambio de contratos.

Al menos 39 personas están siendo procesadas por la justicia. La policía estima que la red de corrupción movió unos $ 4.000 millones en la última década.

“El pueblo brasileño quiere más transparencia y más combate a todos los tipos de crímenes, especialmente a la corrupción, y quiere además que el brazo fuerte de la justicia alcance a todos de forma igualitaria. No tengo miedo de encarar esos desafíos. La corrupción humilla a los brasileños y como tal debe ser extirpada”, expresó la mandataria, elegida por el Partido de los Trabajadores (PT) y exguerrillera.

Con 67 años, Dilma, quien venció en las urnas al socialdemócrata Aecio Neves con el 51,64% de votos, aseguró: “Hoy estoy mucho más fuerte, más serena y más madura para la tarea que me delegaron”.

Dilma es la primera mujer en gobernar este país de más de 200 millones de habitantes, segundo productor mundial de alimentos y con enormes reservas petroleras.

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Dificultades económicas registradas a inicios de este año propiciaron que Brasil termine este 2014 con un pronóstico de crecimiento cercano a cero, lo cual representa un desafío para la jefa de Estado y su gobierno a partir de ahora.

Antes de asumir, Dilma prometió implementar desde enero medidas drásticas para retomar el crecimiento de la economía, pero sin afectar los programas sociales como Mi Casa, mi vida y Brasil sin Miseria. “Sé que Brasil necesita volver a crecer, los primeros pasos de ese camino pasan por un ajuste en las cuentas públicas, un aumento en el ahorro interno”, agregó.

Además, con la designación de Mauro Vieira como canciller, la presidenta brasileña completó su equipo de 39 ministros. Vieira tendrá la tarea de robustecer la figura de Brasil como un actor importante en la geopolítica mundial.

Entre los asistentes a la posesión estuvieron los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Chile, Michelle Bachelet, y Uruguay, José Mujica, además del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.