Jocelerme Privert,  presidente interino de Haití, enfrenta hoy reivindicaciones urgentes de partidos políticos sobre todo divididos en el tema de la continuación del proceso electoral.

Las formaciones próximas al ex presidente Michel Martelly , Tet Kale (PHTK), Konvansyon Inité Demokratik (Kid) y Ayiti Un Aksyon (AAA), claman por la restructuración inmediata del Consejo Electoral Provisional (CEP).

Esos grupos políticos demandan que continúe de inmediato el proceso con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que solo conciben como un balotaje entre el candidato del otrora oficialismo, Jovenel Moise, y el opositor Jude Celestin.

Asimismo, acusan al jefe de Estado interino de haber violado lo pactado el 5 de febrero con Martelly para que dejara el poder, pues no conciben que Privert haya designado un primer ministro sin su beneplácito.

Por su parte, los líderes de los partidos políticos de la izquierda y democráticos que conformaban la antigua oposición al exmandatario reclaman la formación de una Comisión de Evaluación que investigue las irregularidades de la votación del 25 de octubre de 2015.

Insatisfechos con los resultados de esa primera vuelta de las presidenciales, demandan detectar posibles fraudes y excluir del proceso electoral al posible beneficiario de esos manejos, es decir a Jovenel Moise.

El líder de la plataforma Pitit Dessalines, Moise Jean Charles, opina que Privert cometió un error al convocar la formación del CEP antes de formar la Comisión de Evaluación independiente y publicar los resultados definitivos de aquellas presidenciales.

Esa opinión es compartida por líderes y militantes de Fanmi Lavalas, que la víspera hicieron ese reclamo mientras marchaban por las calles para evocar el 12 aniversario del golpe de Estado contra el presidente Jean Bertrand Aristide.

El tanto el grupo de los ocho candidatos presidenciales opositores que disputan los resultados de las elecciones del 25 de octubre, conocido como G-8, lamentó que Privert no se haya pronunciado sobre algunos temas el 26 de febrero.

Además de esa omisión deliberada, el G-8 cuestiona la denominada instalación del primer ministro porque a su juicio no cumplió con los requisitos constitucionales por lo que el poder interino actuó bajo la lógica de "un golpe parlamentario".

Recordó que Frizt anunció en su presentación oficial que trabajará en la restauración de la estabilidad macroeconómica, en la recuperación de las finanzas públicas y en crear las condiciones necesarias para elecciones creíbles, honestos y transparentes.

Sin embargo, no forma parte de la agenda de Privert el establecimiento de la investigación administrativa, responsable de arrojar luz sobre la gestión del gobierno de Martelly a pesar de las denuncias de corrupción. (I)