Un sismo de 7,2 grados de magnitud con epicentro en Pinotepa sacudió el viernes varios puntos del centro y sur de México. El movimiento revivió temores entre sus habitantes, cinco meses después de que otro terremoto dejara casi 400 muertos y graves daños en la capital.

En esta ocasión, se produjeron daños estructurales en Oaxaca, donde ya fueron habilitados albergues para  damnificados.

En una misión de reconocimiento de daños a la zona cercana al epicentro del sismo, el ministro de la Gobernación y el gobernador de Oaxaca sobrevivieron a un accidente del helicóptero que los trasladó a esa región y que dejó 13 muertos y varios heridos entre las personas que los esperaban en tierra.

“Hasta el momento, el Comité Nacional de Emergencias no tiene reporte de personas fallecidas por el sismo”, tuiteó el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

El sismo provocó entre sus habitantes crisis de nervios, ante el vivo recuerdo del terremoto de septiembre. “Salimos corriendo, es lo único que podemos hacer”, dijo con los ojos llenos de lágrimas Kevin Valladolid, de 38 años, quien reside en el barrio Roma, uno de los más afectados por el sismo anterior.

Por su parte, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno envió un mensaje de apoyo a través de su cuenta de Twitter: “México ha sufrido un nuevo sismo de 7,5 grados. Estamos atentos y listos a brindar nuestra ayuda en caso de ser requerida. ¡Nuestra solidaridad con ustedes hermanos mexicanos!”.

La Embajada de Ecuador en México activó el protocolo de asistencia a ciudadanos ecuatorianos. El embajador Leonardo Arízaga informó que al momento no ha recibido reportes de ecuatorianos afectados.

Los consulados de Ecuador en Ciudad de México, Tapachula y Monterrey tienen sus líneas de emergencia activas. “Ecuador está atento a cualquier requerimiento de ayuda que presente México, país hermano que brindó generosamente su apoyo y solidaridad durante el terremoto del 16 de abril de 2016”, afirmó la Cancillería. (I)