El presidente de Bolivia, Evo Morales, se posesionó ayer para un tercer mandato consecutivo que lo mantendrá en el poder hasta 2020.  

La ceremonia se realizó en la Asamblea Legislativa Plurinacional ante la presencia de miles de indígenas, campesinos, líderes de movimientos populares e invitados especiales.       

Antes de la ceremonia, los primeros invitados especiales en llegar al edificio fueron los presidentes de Namibia, Paraguay, Costa Rica, Ecuador y Trinidad y Tobago, así como los vicepresidentes de Cuba y Argentina.         

Previamente Morales entregó su banda y medalla presidencial a los representantes del pueblo boliviano. Juanita Ancieta, miembro de la Confederación de Mujeres Indígenas, recibió la medalla, mientras que Juan Carlos Trujillo, ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, fue el encargado de custodiar la banda. Ambos símbolos fueron depositados en 2 urnas hechas de cristal y madera.     

“Desde luego, estos símbolos patrios van a ser entregados a quien el pueblo ha elegido y para nosotros como dirigentes nacionales es obligación seguir avanzando en este proceso”, destacó Trujillo al partir hacia la Asamblea.  

Mientras los actos protocolarios seguían, Álvaro García Linera, vicepresidente boliviano, era recibido por una delegación de asambleístas en una calle posterior de la Plaza Murillo -que alberga al Palacio de Gobierno, la Cancillería y el Legislativo-. El Segundo Mandatario caminó por la alfombra roja recibiendo el saludo de los adherentes que se convocaron en el sitio.

Con la mano derecha en el pecho y el puño izquierdo alzado, García Linera juró para cinco años en su cargo. “El futuro será un tipo de socialismo comunitario continental y a la larga comunitario”, aseguró.

Minutos después, una comisión  fue desde la Asamblea hacia el Palacio de Gobierno para invitar a Morales a posesionarse. El gobernante indígena recorrió el mismo trayecto que realizó su compañero.

En su discurso hizo un recuento de todos los logros que ha tenido su Gobierno a lo largo de 9 años. Resaltó que el crecimiento de Bolivia supera el 5% y que es uno de los países más estables en el ámbito económico.  
“Al 2014 tenemos 144.000 empresas con un crecimiento de un 638%, el pueblo boliviano confía en su gobierno y paga sus impuestos (...) nuestra renta petrolera en 2005 fue de $ 300 millones, en 2014 fue de $ 530 millones”.  

“Hemos dejado de ser mendigos, ahora tenemos un país digno al que la comunidad internacional respeta”, afirmó.       

Resaltó que en su mandato se han construido 68.000 viviendas (7.550 por año).