Miles de taxistas realizaron ayer un paro de actividades en las principales ciudades de Colombia para exigir al gobierno que impida las operaciones de los automóviles particulares que prestan servicios de transporte a través de aplicaciones como Uber y Cabify.

La Secretaría de Movilidad de Bogotá estimó que solo en la capital  2.000 taxis participaron en la protesta. Todos marchan en caravana para concentrarse en las inmediaciones de la céntrica Plaza de Bolívar, donde plantearán sus demandas a funcionarios del gobierno nacional y de la alcaldía.

La protesta provocó una parálisis en arterias vitales para la movilidad en Bogotá, lo que causó el malestar de miles de automovilistas.

El líder del gremio de taxistas, Hugo Ospina, dijo a periodistas que a pesar de que el Ministerio de Transporte considera ilegal las operaciones de Uber y Cabify, la Superintendencia de Industria y Comercio -institución encargada de regularlos- no ha hecho nada por impedir el funcionamiento de esos servicios de transporte.

El gremio argumenta que mientras ellos pagan $ 16.000 por cada concesión de taxis, los operadores de Uber no deben afrontar ningún costo de ese tipo, lo que constituye, dicen, una competencia desleal. (I)