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Israel prohibió el paso a la zona en jerusalén
Los musulmanes ya no podrán entrar a la mezquita sagrada
Um Hasan asegura que acude cada mañana a la explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, para protegerla contra los sacrilegios.
A partir de ahora, ni ella ni los otros ‘guardianes’ musulmanes que blanden el Corán ante los visitantes judíos podrán entrar en el recinto sagrado.
A sus 60 años, vestida con una abaya y un velo islámico, Um Hasan es una ‘murabita’, una ‘centinela’ en árabe, que vigila la explanada donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar sagrado del Islam, en el casco antiguo de Jerusalén.
Para Israel son uno de los principales factores de tensión en un lugar que los musulmanes consideran como inviolable.
Después de que el ministerio israelí de Defensa prohibiera la acción de esos ‘centinelas’ por motivos de seguridad, Um Hasan decidió trasladar su combate “sin armas, pero con el Corán y con Dios”, a las puertas que conducen a la explanada.
La comunidad musulmana acusa a Israel de intentar cambiar el statu quo, algo que siempre negó el primer ministro Benjamin Netanyahu. “Hay que defender Al Aqsa contra los colonos, Al Aqsa solo es de los musulmanes”, dice Um Hasan. Para los ‘guardianes’ musulmanes de la explanada, los alborotadores son los judíos. (I)