El caos en el transporte colectivo continuó ayer por tercer día en El Salvador, donde centenares de transportistas no ofrecen el servicio por amenazas de las pandillas o maras, que asesinaron a 8 choferes por no acogerse al boicot. Empresarios del transporte público aseguraron que el gobierno “miente” al acusarlos de conspirar.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (AEAS), Genaro Ramírez, dijo que el sector transporte es el “principal” afectado con la inseguridad del país centroamericano, por eso exigen al gobierno la creación de políticas de seguridad que garanticen el bienestar de los conductores.

“El gobierno miente a la población diciéndole que somos los empresarios quienes convocamos al paro y eso es falso (...) nosotros no asesinamos a nuestros propios empleados, no es verdad que estamos envueltos en planes desestabilizadores como lo ha dicho de manera irresponsable el gobierno”, manifestó el dirigente.

Agregó que los empresarios del transporte informaron al gobierno sobre las amenazas que supuestos pandilleros han hecho a sus empleados.

Golpe blando

El secretario general del partido oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Medardo González, acusó nuevamente a “la derecha” de ejecutar un plan para desestabilizar al gobierno, el cual calificó como “golpe blando”.

Según Medardo, el paro de transporte que llevan a cabo varias rutas a nivel nacional por amenazas de pandillas son medidas para presionar al gobierno.

Al respecto dijo: “Estoy convencido de que esas medidas no son medidas sueltas y aisladas (...) para hoy en la mañana supuestos soldados están convocando a las 8 de la mañana para concentrarse por la terminal de oriente a exigirle al presidente de la república (...) van a marchar para exigirle aumento salarial”.

La jefa de la bancada del FMLN en la Asamblea Legislativa, Norma Guevara, opinó que los últimos acontecimientos que se registran en el país no son casuales, y forman parte de un plan para impedir que el presidente y las instituciones de gobierno desarrollen y lleven adelante sus planes en favor de la mayoría de la población.

El presidente de la Asociación de Transporte Público (ATP), Roberto Soriano, tildó de irresponsables las declaraciones del gobierno y de dirigentes del FMLN, quienes los acusan de formar parte de un plan desestabilizador contra el gobierno.

De acuerdo con el diario salvadoreño El Mundo, las autoridades policiales han contabilizado que 101 rutas del transporte colectivo no circularon durante el segundo día de paro, a raíz de amenazas hechas por estructuras delictivas hacia el sector.

Por su parte, el portavoz del gobierno, Eugenio Chicas, acusó a la pandilla 18 facción Revolucionarios de ser la principal responsable del “boicot” al servicio de transporte público que ha forzado un paro por segundo día consecutivo y que ha generado un caos en las principales ciudades.

El gobierno salvadoreño ordenó el traslado a prisiones de máxima seguridad de los jefes pandilleros responsables del chantaje contra las empresas de transporte público, informó el presidente Salvador Sánchez Cerén.

Hemos tomado una serie de medidas, este día hemos trasladado dos cabecillas del penal de Gotera (al noreste) al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca (al sureste), porque son los que han estado organizando toda esta agresión”, señaló el mandatario.

Los 2 cabecillas fueron identificados como Carlos Eduardo Burgos Nuila y José Carlos Hernández Mauricio, de la denominada Mara 18.

Sánchez Cerén advirtió que si llega a ser necesario “sacar unidades militares para la tranquilidad de la población lo vamos a hacer”.

Por otro lado, llamó a los ministros y presidentes de empresas autónomas que posean unidades de transporte colectivo a que los pongan a disposición de la población. (I)

Datos

En El Salvador, las pandillas más letales son la Mara Salvatrucha y Barrio 18, con 10.000 miembros encarcelados y 60.000 en las calles.

A los pandilleros se les atribuyen los elevados índices de homicidios del país: 2.865 de enero a junio de este año, por encima de los 1.840 registrados en el mismo período de 2014.

Tres batallones especiales del Ejército de 200 efectivos cada uno están concluyendo la instrucción para lanzarse a combatir a las pandillas que extorsionan a la población y que en lo que va del año han asesinado a unos 40 policías y soldados.

Los soldados de la nueva unidad denominada Fuerzas Especiales de Reacción (FER) fueron escogidos con rigor de las filas de un comando antiterrorista.