Bagdad

La formación de un gobierno de unidad en Irak, donde la ofensiva encabezada por los yihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) avanza, es la “única solución posible para la crisis”, según los líderes de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

Estos 3 países presionaron nuevamente este jueves al primer ministro iraquí Al Maliki, a que forme un nuevo gobierno integrado por iraquíes sunitas, chiítas y kurdos.

Desde París, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, y el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, abogaron por la necesidad de crear un gobierno de unidad nacional “porque está en juego no solo la unidad de Irak, sino de toda la región”, dijeron.

Irak se encuentra inmerso en una grave crisis desatada por el avance de grupos insurgentes encabezados por el EIIL, que se han tomado el control de la ciudad de Mosul y desde allí han progresado por otras zonas del norte y el centro.

París y Washington condenaron con firmeza las acciones cometidas por esos grupos y desean el establecimiento de ese Ejecutivo de unidad  ante la grave situación en el país.

A la misma hora que comparecían Fabius y Kerry, el jefe de la diplomacia británica, William Hague, llegaba a Bagdad para presionar a Al Maliki, como 2 días antes lo hizo el secretario de Estado de EE.UU., que hoy viajará a Arabia Saudí para insistir en ello.

La prioridad de Irak debe ser “la formación de un gobierno inclusivo que pueda gestionar el apoyo a todo el pueblo iraquí y trabajar para detener al EIIL”, dijo Hague.

La iniciativa del gobierno de unidad, que partió de los propios partidos políticos iraquíes, obtuvo en las últimas horas el respaldo del destacado clérigo radical chií Muqtada al Sadr. El clérigo pidió que se acelere su formación con todos los sectores del pueblo iraquí.

Al Sadr indicó además a suníes y chiíes que condenen conjuntamente a las organizaciones terroristas de ambos grupos, al advertir que no se puede incluir en un diálogo a yihadistas y miembros del partido Baaz (del exdictador Sadam Hussein), porque “son repudiados por todos, aunque eso no significa que se quiera excluir a los suníes”.

El proceso para nombrar el nuevo Gobierno iraquí comenzará el próximo martes, para cuando se ha convocado la primera reunión del Parlamento, en la que está prevista la elección de su presidente y en la que podría nombrarse también al nuevo jefe del Estado, que sustituirá al kurdo Yalal Talabani.

Una vez elegido el nuevo presidente del país, deberá llamar a la coalición que logró el mayor número de votos en las elecciones legislativas de abril pasado, el estado de derecho -que encabeza Al Maliki-, para que presente un candidato a ser nombrado jefe de Gobierno.

En caso de no alcanzar un acuerdo, la sesión del Parlamento quedará abierta hasta que se alcance un consenso político.

Al Maliki rechazó la formación de un ejecutivo de salvación nacional en el país para intentar dar una salida al actual conflicto, al considerarlo “un golpe contra la Constitución y un intento de eliminar el proceso democrático”.

En este sentido, el primer ministro iraquí abogó ayer por seguir 2 vías paralelas, la militar y la política, para solucionar el conflicto que se vive en este país. “Hay que apostar por el trabajo civil y las operaciones militares contra los terroristas; y por el seguimiento del proceso político con la celebración de una reunión del Parlamento para elegir a su presidente y formar un gobierno”, sostuvo Al Maliki.

Militar o político, lo cierto es que el conflicto en esta región ha dejado en 15 días unos 1.000 muertos. Además hay 1.200 heridos según la oficina de la ONU.