El desafío es nacional y latinoamericano. Con el 68% de la población en la pobreza, el país vive en estado de crisis permanente. Las tierras están en manos de pocos terratenientes. Los monocultivos y minas (15% del territorio para empresas de EE.UU., Canadá y China) y los megaproyectos de hidroelectricidad (60 ríos afectados, indígenas expulsados) refuerzan la concentración y la deforestación.

Las resistencias son criminalizadas. Represión policial, milicias privadas y paramilitares provocaron el asesinato de decenas de líderes sociales y políticos (sindicalistas, periodistas, dirigentes campesinos e indígenas, activistas políticos de Libre). El Ejército protege las grandes empresas que financian parte de sus actividades. La dependencia de EE.UU. es total: TLC, bases militares (Palmerola y Mosquitia), apoyo de los ‘contras’, construcción de la mayor base del continente.

El golpe aumentó la inseguridad. Las ‘maras’ (grupos mafiosos, a menudo jóvenes) se multiplicaron. La pobreza aumentó. El ingreso del Estado disminuyó un 3,4%. Los procesos democráticos se redujeron y Porfirio Lobo (elegido con 67% de abstención) acentuó el neoliberalismo económico. ‘Mel’ Zelaya, presidente desde 2008, había tomado medidas nuevas: políticas sociales, adhesión a la ALBA, etc. Fue derrocado al año siguiente por el Ejército. El cardenal de Tegucigalpa apoyó el golpe. Mientras, la resistencia se organizó alrededor de los movimientos sociales, con el Frente Nacional de Resistencia. En 2011, para apoyar a Xiomara Castro, esposa de Zelaya, se constituyó Libre (Libertad y Refundación), marcando el fin del bipartidismo burgués liberal/nacional y la emergencia de los medios populares en el campo político.

Su programa: un modelo económico alternativo al neoliberalismo y el rescate del sector público; un pacto social y una nueva Constitución; un socialismo democrático, con un desarrollo sostenible; una reforma agraria, una nueva política fiscal, un ejército exclusivamente dedicado a la defensa de la soberanía nacional; una policía civil comunitaria; una reforma judicial, etc. En la esfera internacional, él promueve la adhesión a Petrocaribe y se opone a la Alianza del Pacífico.

Los sondeos dan una ventaja a Xiomara Castro. Sin embargo, es posible un empate técnico con el Partido Nacional (ambos 30%). Se temen fraudes. Hay 9 listas: los principales: Libre, con Xiomara; el Partido Nacional, con Juan Orlando Hernández; y el Partido Liberal, muy debilitado, con Mauricio Villeda. Los otros son minoritarios. Los medios empresariales tomaron partido por Libre, estimando a Xiomara Castro como la única capaz de crear orden en el país y en la dirigencia del Partido Nacional corrupta. La Conferencia Episcopal recomendó un voto de conciencia. En caso de victoria del Partido Nacional, el proyecto social emancipatorio quedará bloqueado. Si Libre gana, serán necesarias alianzas para cumplir su programa.