En el evento político más importante con miras a los comicios generales del 19 de noviembre, los chilenos acudirán a las urnas este domingo 2 de julio para votar en las llamadas elecciones primarias. Ese día, los votantes podrán optar entre una serie de precandidatos de dos conglomerados políticos del país, la derecha agrupada en Chile Vamos y el nuevo referente de izquierda que lleva por nombre Frente Amplio.

Conocidas como elecciones “internas” en algunos países, tras la votación del domingo quedarán definidos los candidatos presidenciales. Así, se definirá el presidenciable de la derecha, entre el expresidente Sebastián Piñera, el senador Manuel José Ossandón y el diputado Felipe Kast; mientras que por el Frente Amplio compiten la periodista Beatriz Sánchez y el sociólogo Alberto Mayol. El conglomerado que estará ausente es la Nueva Mayoría de la Presidenta Michelle Bachelet, ya que optó por no realizar primarias y presentará a dos candidatos a la primera vuelta: el periodista Alejandro Guillier y la senadora democratacristiana Carolina Goic.

Como en toda elección, en las primarias del domingo habrá ganadores y perdedores, pero no solo eso. Ocurre que de manera totalmente inesperada surgió una coyuntura especial: este domingo se juega la final de la Copa Confederaciones en Rusia, torneo del que forma parte la selección chilena y que por lo mismo ha concitado gran interés entre los aficionados de La Roja. En ese sentido se espera una alta abstención, hecho que preocupa a las autoridades.

Bajo la nueva ley electoral chilena, a partir de 2012 se suprimió el voto obligatorio, medida que en vez de generar un aumento en el caudal de votantes, ha provocado que la abstención vaya en aumento elección tras elección. En las elecciones municipales de 2016, el 65% optó por no votar, ocho puntos porcentuales más respecto de 2012. En las elecciones presidenciales de 2013 la abstención alcanzó un 59%, hecho que para algunos analistas le quita legitimidad al proceso y representatividad al ganador(a).

Para el domingo, la derecha espera que acudan un millón de votantes, mientras que el Frente Amplio se conforma con 500 mil, cifras mínimas considerando que el padrón de votantes es de 14 millones. En las elecciones primarias pueden votar los militantes de los partidos políticos, pero también los ciudadanos independientes. A los militantes se les pasa un sufragio con los candidatos de su conglomerado, mientras que el resto de los ciudadanos vota en una papeleta en la que aparecen todos los abanderados.

Por el lado de la oposición de derecha (Chile Vamos), el gran favorito es Piñera. Sin embargo, no se descarta que Ossandón pueda sorprender y que además Kast le quite votos al expresidente (2010-2014). La lucha en la derecha ha estado al rojo vivo y ha revelado la gran división que existe en la oposición a Bachelet. Muestra de aquello fue el debate televisivo del lunes entre Piñera, Ossandón y Kast, repleto de ataques, ofensas y controversias. En un pasaje, por ejemplo, Piñera le dijo a Ossandón: “Quédese en el barro señor Ossandón, le quedan muy poco días como candidato”, a lo que el senador contestó: “Eso no es estar en el barro, es reivindicar la política en Chile. La política chilena está podrida y secuestrada por el dinero”.

Ossandón fue alcalde de Puente Alto, uno de los barrios populares más grandes de Santiago y ha concitado apoyo precisamente en ese estrato, a pesar de sus posturas valóricas: está en contra de las uniones y el matrimonio homosexual, el aborto, entre otras materias. A su vez, Piñera nuevamente ha intentado, en su calidad de economista, presentarse como el hombre que puede reimpulsar la economía y generar empleo. Según la mayoría de las encuestas, debería ganar sin problema las primarias de su sector, aunque nada está dicho.

Al mismo tiempo, por el lado del Frente Amplio, la gran favorita es Beatriz Sánchez, cuyas propuestas se sitúan más hacia la izquierda respecto de la Nueva Mayoría. De hecho, esta precandidata ha criticado las reformas incompletas de Bachelet y propone cambios aún más estructurales que la actual presidenta socialista. Pero antes deberá derrotar a Mayol, quien entre otras materias propone un acuerdo para dar mar a Bolivia y el fin del sistema de administración privado de pensiones. (I)