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El Telégrafo
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Legisladores y miembros del mercado financiero ya piensan en una posible transición y convocatoria a elecciones

La justicia extiende el cerco al presidente de Brasil por cobro de sobornos

Ciudadanos protestan contra el presidente brasileño, Michel Temer, en la avenida Paulista en Sao Paulo.
Ciudadanos protestan contra el presidente brasileño, Michel Temer, en la avenida Paulista en Sao Paulo.
Foto: AFP
20 de mayo de 2017 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

Brasil volvió a vivir ayer un tsunami de corrupción explícita, con escándalos que acorralan al gobierno y una acusación del fiscal general que puso contra las cuerdas al presidente Michel Temer.

El grupo mediático gigante Globo, que respaldó todo el ajuste económico de Temer y su llegada al poder, comenzó a pedir oficialmente su renuncia por negociaciones “espurias” con el empresariado.

El fiscal general, Rodrigo Janot, acusó a Temer de corrupción, obstrucción de la justicia y asociación ilícita, con la revelación de las delaciones de los empresarios Joesley y Wesley Batista, dueños de JBS, el frigorífico más grande del mundo, que incluye el pago de sobornos.  

Relatos de coimas y pagos ilegales que incluyen a Temer, a los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff y a los excandidatos presidenciales Aécio Neves y José Serra, canciller hasta hace un mes, coparon los televisores y pantallas de los brasileños con la divulgación de los videos de las delaciones de los magnates Joesley y Wesley Batista, hoy en Estados Unidos.

La investigación avanza

El presidente se refugió en el Palacio del Planalto hablando con aliados y haciendo las cuentas sobre su permanencia en el Congreso. “No tiene más condiciones para gobernar”, dijo por ejemplo la ambientalista Marina Silva, candidata presidencial en 2010 y 2014, así como Ronaldo Caiado, del conservador Demócratas.

El mercado financiero apuesta en el mantenimiento del ministro de Economía, Henrique Meirelles, para capitanear una eventual transición en caso de una caída de Temer.

El juez de la corte, Edson Fachin, a cargo de la Operación Lava Jato en el Supremo Tribunal Federal (STF)  autorizó el inicio de una investigación contra Temer, grabado sin saberlo por el empresario Joesley Batista en marzo, a quien recibió en su residencia, el Palacio do Jaburú.

En el expediente el fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, acusó al presidente Michel Temer por corrupción, obstrucción de la justicia y actuar junto con el senador suspendido Aécio Neves a favor de interrumpir el avance de la investigación de la Operación Lava Jato.

La acusación forma parte del expediente sobre la delación del grupo frigorífico JBS y de la investigación aceptada por el Supremo Tribunal Federal, cuyo contenido fue liberado ayer por la alta corte.

Batista grabó a Temer cuando le contó que mantenía callado con sobornos al expresidente de la Cámara de diputados, Eduardo Cunha, quien está preso, a lo que el mandatario respondió, según se escucha en la grabación: “Eso tiene que continuar”.

El senador y excandidato presidencial Neves fue grabado negociando en nombre de Temer y del nuevo juez de la corte, Alexandre de Moraes, para cambiar la cúpula policial para frenar la Operación Lava Jato. Moraes, exministro de Temer y del partido de Neves, reemplazó al fallecido en un accidente de aviación Teori Zavascki.

El director de relaciones institucionales de JBS, Ricardo Saud, dijo a la justicia que Temer recibió $ 5 millones en 2015 producto de haber actuado para reducir problemas de la empresa con el fisco y con los pagos de impuestos en diferentes estados del país, cuando era vicepresidente.

El pago de un soborno de $ 2 millones para Neves fue filmado y seguido por una entrega controlada por la policía federal, lo cual el hoy senador suspendido dijo que se trató de un préstamo.

El martes próximo la comisión de justicia de la Cámara de Diputados se reunirá para estudiar una enmienda constitucional para anticipar elecciones, algo que le conviene a Lula, favorito en las encuestas.

El Partido de los Trabajadores (PT) fue golpeado nuevamente en la delación.

Wesley Batista delató ante la justicia que dispuso de $ 150 millones en una cuenta a su nombre, en Estados Unidos, para financiar las campañas electorales del PT de los expresidentes Lula da Silva y Dilma Rousseff. Ellos negaron las acusaciones y dijeron que nunca trataron de ilegalidades.

Maia en la línea de sucesión

La fragilidad de Temer aumentó los contactos que tuvo el presidente de Diputados, Rodrigo Maia.

En caso de renuncia del mandatario, Maia asumirá 30 días y en ese lapso se convocará a elecciones indirectas a cargo del Congreso, para designar a un presidente interino hasta el 31 de diciembre de 2018.

JBS estuvo de los lados del mostrador en el juicio político que enfrentó a Rousseff con Temer. Sus ejecutivos dijeron que pagaron sobornos a diputados para votar por la permanencia de Dilma y financiaron, también con coimas, el pago al marketing personal del actual presidente para mejorar su imagen en las redes sociales. (I)

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