Roma.-

La coalición de centroizquierda italiana (Partido Democrático - Izquierda, Ecología y Libertad) se colocaba ayer a la cabeza en las elecciones legislativas a medida que avanzaba el escrutinio real. Sin embargo, su ajustada ventaja sobre la derecha de Silvio Berlusconi en el Senado le impedirá formar un Gobierno estable a no ser que busque una coalición con las otras agrupaciones políticas.  

En el Senado, según datos del Ministerio del Interior, a las 19:40 (horas locales) el equipo liderado por Pierluigi Bersani tenía el 32,31% de los votos, mientras que la centroderecha (Pueblo de la Libertad y Liga Norte) de Silvio Berlusconi alcanzaba  el 28,9%.

La cercanía de ambos bandos indica claramente que Bersani no va a conseguir por sí mismo los 158 senadores necesarios para la mayoría, por lo que no le va a quedar más remedio que negociar con el Movimiento 5 Estrellas, de Beppe Grillo, que roza el 24%, mientras que la coalición de centro de Mario Monti logra un 9,2%.       

Si los resultados finales mantienen esta tendencia la situación sería ingestionable en el Senado, ya que Bersani se vería obligado a negociar de manera independiente cada proyecto de ley que se propusiera aprobar.

El Senado es la Cámara parlamentaria clave para gobernar el país ya que la representatividad se mide en función de las regiones y donde el reparto de los escaños se vuelve más ajustado. Lombardía es la región más poblada del país y de tradición conservadora, por lo que acaba siempre condicionando la presencia del centroizquierda y su estabilidad al frente del Ejecutivo.

También tienen un peso específico muy importante Sicilia y Campania, donde por el momento la derecha está ganando. Para comprender hasta qué punto eso es importante basta ver que a esa hora, pese a tener más votos, la izquierda conseguiría menos senadores que la derecha, explica el diario español Público.

En este contexto, el diario El País señalaba que todos los datos unidos daban un claro resultado: ingobernabilidad. Esto debido a que la actual ley electoral, que los partidos no lograron cambiar durante el Gobierno técnico, otorgaría más senadores a Berlusconi (123) que a Bersani (104), según las proyecciones. Teniendo en cuenta que Monti solo obtendría 17 senadores, su posible acuerdo con Bersani no superaría el número de escaños de Berlusconi. Así, El País  ratifica que la llave en este caso sería Beppe Grillo.

El panorama en el Congreso es distinto ya que se le otorga el denominado premio de mayoría al partido más votado en el conjunto del país. Esto implica que la coalición más votada obtendría un número extra de escaños, lo que propicia un mejor control de esa Cámara. Aquí, los datos hasta las 19:40 horas locales de ayer indicaban que el centroizquierda de Bersani conseguiría el 31,62% de los votos.

En segundo lugar se situaría el centroderecha de Berlusconi con el 27,02% y el Movimiento 5 Estrellas, nuevamente en tercera posición, con el 25,59%. Por último estaría la coalición cristianodemócrata del ex primer ministro, Mario Monti, con un 10,45%.

Así, las proyecciones señalaban que sería una Cámara de Diputados de centroizquierda y un Senado que impediría la tramitación de cualquier decisión del Gobierno.

Más de 50 millones de italianos estaban llamados a las urnas en estas elecciones generales, en las que se elige a los 630 diputados y 315 miembros del Senado, que, junto a cinco senadores vitalicios, ocuparán el Parlamento durante los próximos cinco años de legislatura.

La participación en estos comicios fue más baja que en las elecciones de 2008. En lo que se refiere al Congreso, votó un 74,93% de los electores por el 80,66% de las anteriores. En el Senado el 74,95%, mientras que un 80,60% participó en las legislativas anteriores.