Publicidad
La alcaldesa de Lima sufre un duro revés en comicios municipales
El proceso de revocatoria que enfrentó en marzo pasado la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sigue causándole dolores de cabeza. No solamente porque entonces, enfrentada a una campaña de desprestigio, tuvo que centrar gran parte de su atención en garantizar su continuidad en el cargo, acto del que no ha terminado de recuperarse políticamente, sino porque los procesos derivados de aquel intento por cesarla continúan presentándose como obstáculos en su camino.
Un ejemplo de ello fue el resultado de los sufragios realizados el domingo 24 de noviembre, en los que el Jurado Nacional de Elecciones dispuso que fueran escogidos 22 regidores municipales, número de vacantes revocadas en la consulta de marzo y que representa un tercio de todo el Concejo local determinado en 40 regidores.
Las funciones para las que serían electos estos representantes son similares a las de un concejal, y pueden aportar u obstaculizar las acciones que la Alcaldesa programe, de acuerdo a los criterios que puedan presentar.
Con este nuevo horizonte, sin duda, la Alcaldesa de Lima enfrenta un nuevo reto en su mandato.Semanas previas a la votación, y en medio de la inscripción de candidaturas y emisión de promesas en la campaña, una apatía generalizada se sintió en los limeños, quienes, en una gran mayoría de casos, miraron a la justa cívica como un hecho sin mayor sentido. Es lógico, pues después de que Villarán se ratificara en el cargo, todo el grupo que buscó su revocatoria fue desgranándose, mostrando los intereses de fondo que muchas veces superaban el llamado al bien común.
La jornada, que inició a las 07:00 y concluyó a las 17:00, en distintos sectores de la capital peruana, se cumplió sin mayores sobresaltos.
La llegada de autoridades nacionales, como el presidente Ollanta Humala y una serie de congresistas, a sus respectivas mesas de votación, fueron los únicos casos en que la calma se vio alterada. Sucedió lo mismo cuando Villarán se acercó hasta su sitio de votación: allí una turba iracunda que aguardaba en las distintas filas pifió e insultó a la burgomaestre, a quien acusaron de generar el caos en la ciudad con algunas de sus reformas.
La cita electoral, que se calcula sumó unos 100 millones de nuevos soles, incluyó por primera vez el voto electrónico en el distrito de Santa María, iniciativa que planea extenderse a 10 distritos más para las elecciones de 2014.
Una vez cerradas las urnas para la recepción del voto, los primeros resultados arrojaron algo que se rumoraba hace varias semanas: un revés electoral para Susana Villarán.
Y es que el 7,6% de votos válidos que Tierra y Libertad -la tienda política que la auspicia- tuvo al final, nada puede hacer frente al 30,4% con el que se impuso el Partido Popular Cristiano, dirigido por la excandidata a la alcaldía de Lima, Lourdes Flores Nano.
Partidos como Somos Perú (26,1%), Perú Posible (10,9%), Siempre Unidos (10,4%) y Acción Popular (9,7%) son algunas organizaciones que se ubicaron por delante de Tierra y Libertad.
Con este resultado, la configuración de la distribución de regidores dentro del Concejo Metropolitano de Lima cambia drásticamente, pasando de la mayoría -controlada hasta ahora por Villarán- a una oposición que la deja prácticamente maniatada ante los cuestionamientos de sus detractores. Si antes de las elecciones la Alcaldesa tenía a su favor el voto de 21 regidores, ahora contará apenas con 3.
Así el panorama. Y ante el asedio de la prensa que esta mañana buscó la respuesta de Villarán, se supo, de sus propios labios, que no teme por la nueva configuración del Concejo, dado que ella cree en el cumplimiento del llamado Acuerdo por Lima, un acta de compromiso firmado por varios partidos políticos en la que garantizan su apoyo a los cambios que ella lleva adelante.
Sin embargo, y en más de una ocasión, las reformas a la circulación vehicular, iniciativas culturales, adecentamiento de avenidas, programas de vivienda y demás procesos que ha originado esta administración, han sido cuestionados duramente por aquellos que ahora son mayoría en el Concejo. Se supo, por ejemplo, que la posición del Partido Popular Cristiano, de entrada, será la de revisar las modificaciones a las normas de transporte público, una de las batallas más arduas desarrolladas por Villarán.
Con este nuevo horizonte, sin duda, la Alcaldesa de Lima enfrenta un nuevo reto en su mandato.