Luis Óscar Martínez, el joven de 21 años que habló ante el Papa en la cárcel de “Las Garzas” de Pacora, en Panamá, salió el viernes 24 de enero del centro de cumplimiento al recibir una medida de detención preventiva junto con otros 10 chicos.

Tras la visita a esta cárcel, la jueza entregó “once medidas de detención preventiva” y una de ellas estaba destinada a este chico que dio el testimonio “y que ahora estará con su familia”, informó la directora del Instituto de Estudios Interdisciplinarios en las cárceles de menores (IEI), Emma Alba Tejada.

Este chico, recluido desde 2016, fue el elegido para hablar con el papa Francisco y le dijo que no había palabras para describir “la libertad” que sentía en ese momento.

“Mi nombre es Luis Óscar Martínez y tengo 21 años de edad. Mi vida ha sido difícil”, inició el joven su testimonio ante Francisco.
Agradeció que el Papa “hubiera dedicado su tiempo” a escuchar a un joven privado de la libertad.

Francisco llegó el miércoles 23 de enero a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y cumple una agenda que incluye reuniones con autoridades del país, con obispos centroamericanos, y una visita este viernes 24 de enero a un centro de menores.

A los jóvenes reclusos les instó a que no se dejasen pegar “rótulos” para toda la vida y que peleen para “buscar los caminos de inserción y transformación”.

El Papa, que quiso llevar la JMJ a aquellos jóvenes que no pueden celebrarla, arropó a los reclusos con sus palabras y les dijo que eran “parte de la familia” y que tenían “mucho para compartir”.

El Papa, que permanecerá hasta el domingo 27 de enero en el país centroamericano, pidió en una misa multitudinaria el jueves a los jóvenes seguir cultivando la “cultura del encuentro” para desautorizar a quienes siembran división y excluyen a los que “no son como nosotros”.

La directora del Instituto de Estudios Interdisciplinarios en las cárceles de menores, Emma Alba Tejada, dijo al Papa que su visita llenó “de emoción, ilusión y esperanza” a los jóvenes que “se sintieron bendecidos”. (I)