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Italia pide a la UE política migratoria comunitaria
Roma.- La tragedia de la isla italiana Lampedusa, en la que murieron más de 130 personas y se buscan a otras 200 desaparecidas procedentes del África subsahariana que trataban de arribar a las costas europeas, ha puesto el foco, una vez más, en la política de inmigración de la Unión Europea (UE).
El Gobierno italiano, que está de luto, espera que tantas muertes hagan “abrir los ojos” a los países de la UE para alcanzar una política de inmigración comunitaria.
Tras visitar el epicentro de la tragedia, el ministro de Interior italiano, Angelino Alfano, fue duro con la responsabilidad de la Unión Europea en la protección de las fronteras. “No hay ninguna razón para pensar que cuanto ocurrió ayer en Lampedusa será la última vez”, subrayó Alfano, en una comparecencia ante la Cámara de Diputados para informar de la tragedia. “Nos unimos al grito del papa Francisco, a esa ‘vergüenza’ que creo es el sentimiento colectivo”, añadió, en referencia a la reacción del Pontífice.
La cuestión es “si Europa trata de defender la frontera que ha diseñado con el Tratado de Schengen. Un Estado que no protege su frontera, simplemente no lo es”.
Alfano anunció que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, prometió que viajará pronto a Lampedusa. “Le enseñaremos cómo verdaderamente esta isla es la puerta de Europa”, señaló el ministro de Interior, quien agregó que “Italia levantará su voz en Europa para modificar los acuerdos de Dublín (Convención de Dublín) que carga demasiado a los países con mayor ingreso de inmigrantes”.
El portavoz comunitario de Interior, Michele Cercone, calificó de “inaceptable” afirmar que la UE no ha hecho nada o no lo suficiente para evitar tragedias con inmigrantes indocumentados, como la de Lampedusa, y subrayó que las responsabilidades están claramente definidas y también toca a los Estados miembros hacer más esfuerzos. “No podemos imponer cosas desde Bruselas con respecto a operaciones de la Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex), necesitamos las consideraciones de los Estados miembros”, enfatizó.
La “polémica” ley de 2008
Lampedusa, una isla de 130 kilómetros cuadrados, está exhausta de soportar la presión migratoria. Su pequeño centro de acogida, con capacidad para 750 personas, alberga a más de un millar de inmigrantes, ya que horas antes de la tragedia del jueves habían llegado más de 400 indocumentados en otra barcaza. En el centro de la isla un cartel rezaba ayer: “Lampedusa quiere darles la bienvenida a vivos, no muertos”.
Italia recibió con espanto la enésima tragedia en sus costas. Más de 100 inmigrantes de Eritrea y Somalia murieron, el pasado jueves, al naufragar su barcaza y se teme que la cifra supere los 200 porque aún hay decenas de desaparecidos en el mar que esperan ser rescatados.
Las dimensiones de la tragedia han reabierto un debate interno en Italia a raíz de la controvertida ley sobre la inmigración, aprobada en 2008 por el régimen de Silvio Berlusconi, y en la que se endureció la expulsión de los indocumentados y se redujo las posibilidades para la entrada de inmigrantes en el país. La ley castiga a quien ayude a los inmigrantes clandestinos y ahora se plantea la necesidad o no derogarla cuando, además, algunos de los supervivientes han relatado que varios pesqueros se negaron a auxiliarlos.
Según datos de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, Italia no es el país con más presión de refugiados. Los mayores países receptores son Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido y Bélgica, que recibieron un 70% de los demandantes de asilo en 2012, mientras que Italia viene después, con unos 17.000 solicitantes.