Israelíes y palestinos regresan hoy a la mesa de negociación en Jerusalén para iniciar un nuevo proceso de paz, tras la liberación de 26 palestinos, prevista para anoche, y después de los anuncios de nuevos asentamientos en el territorio ocupado.

“Una de cal y otra de arena”, así podría definirse la política seguida por Israel con los palestinos, aunque la liberación de prisioneros no ha estado exenta de críticas por no incluir reclusos de Jerusalén Este o residentes en Israel o por el procedimiento unilateral seguido para su excarcelación.

Israel se comprometió a liberar a 103 presos palestinos encarcelados en sus prisiones antes de los Acuerdos de Oslo (1993) como gesto destinado a allanar el camino al regreso al diálogo, paralizado desde hace cerca de tres años.

Pero la situación se ha visto enrarecida por el anuncio, el pasado domingo, del Ministerio  de Vivienda israelí de convocar a licitaciones para edificar 1.200 viviendas en Jerusalén y Cisjordania y la aprobación de otro proyecto, revelado ayer, para construir más de 900 casas en Guiló, sur de  Jerusalén, ocupada en el año   1967. “Todos estos anuncios de planes de viviendas aprobados hace tiempo tienen el único objetivo de perturbar las conversaciones”, expresó Pepe Alalu, concejal de la Municipalidad de Jerusalén del partido pacifista Meretz. (EFE)