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1,4 millones de personas quedaron afectadas luego de la devastación que dejó el huracán

Haití aún necesita $ 52,5 millones para recuperarse tras Matthew

Una víctima del huracán Matthew se sienta en un árbol dañado después de recibir comida del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Roche-a-Bateaux, en Les Cayes, sudoeste de la isla haitiana.
Una víctima del huracán Matthew se sienta en un árbol dañado después de recibir comida del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Roche-a-Bateaux, en Les Cayes, sudoeste de la isla haitiana.
Foto: AFP
09 de enero de 2017 - 00:00 - Redacción y Agencia AFP

Puerto Príncipe.-

En octubre el huracán Matthew, de categoría 5, atravesó Haití con una fuerza devastadora dejando a su paso al menos 573 muertos y decenas de desaparecidos. 1,4 millones de personas fueron afectadas. Actualmente hay 800.000 pobladores necesitados de ayuda alimentaria y 175.000 desplazados principalmente en el sur y suroeste del país.

El fenómeno natural en su paso por el Caribe ahondó la crisis que sufren los haitianos, pues un terremoto en 2010 destruyó el 75% de las construcciones de la capital.

Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), este sismo mató a más de 200.000 personas y aún 55.000 haitianos sobreviven en campamentos en condiciones infrahumanas. Y Matthew borró las esperanzas de una recuperación económica.

A esto se le suma la inestabilidad política por no tener un mandatario  -tras elecciones anuladas por supuesta manipulación en el escrutinio-, la misma paraliza el desarrollo económico del país más pobre del continente americano. El 60% de los habitantes de la isla viven con menos de $ 2 al día.  

Por otra parte, la deuda externa de Haití asciende actualmente a más de $ 2.000 millones y, ante la ausencia de inversiones públicas y privadas, el crecimiento está atascado en el 2%.

El aumento del cólera

Las consecuencias crecieron con el incremento del riesgo de cólera y enfermedades transmitidas por el agua. A inicios de diciembre, el entonces secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió por primera vez disculpas a los haitianos por el papel que la organización desempeñó en la epidemia.

Según expertos independientes, el cólera, que dejó como saldo 9.000 muertos y se ha constituido en una epidemia que avanza inexorable por la insalubridad, fue introducido en Haití por cascos azules de Nepal, de la Misión de la ONU que arrojaban sus excrementos a un río.  

De acuerdo con una publicación del diario cubano Granma, la brigada médica cubana ‘Henry Reeve’, que viajó en octubre para prestar ayuda tras el paso de Matthew, asistió a 105.000  haitianos y realizó más de 600 controles focales para evitar la propagación del cólera y el paludismo. La misión fue creada en 2005 con el fin de asistir a otros países afectados por desastres y epidemias.

Según el Banco Mundial, el costo tras la arremetida de la naturaleza en el sector de salud es alto. Las pérdidas llegarían a un total de $ 56 millones. Antes de Matthew, apenas el 65% de los haitianos urbanos y el 48% de aquellos en áreas rurales tenían acceso al agua potable y esto complicó la distribución del líquido.

Para mejorar el sistema de distribución, en el departamento Sur de Simon, se implementó un sistema hídrico comunitario incluidos quioscos que proveían de agua. El mismo es apoyado por la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento (Dinepa) con financiamiento del Banco Mundial y distribuye el líquido elemental a aproximadamente 60.000 personas.

$ 3,5 millones para la escolaridad

El Fondo Central de Respuesta a Emergencia (CERF, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas aprobó el pasado 26 de diciembre la entrega de $ 3,5 millones para restablecer servicios educativos y otras actividades de socorro en el suroeste de Haití.

De acuerdo con el reporte de situación de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el financiamiento del CERF cubrirá también la ayuda para la protección de las personas más vulnerables expulsadas de los refugios temporales y apoyará a alrededor de 30.000 personas en las zonas de retorno.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y sus socios identificaron 1.633 escuelas que deben ser reparadas y cuyo deterioro afecta a 190.000 niños. De acuerdo con el reporte de las autoridades de Haití, 3.400 escuelas fueron dañadas por el huracán y 500 fueron completamente destruidas.

Tras el paso de la tormenta, las escuelas sirvieron de albergues temporales para los evacuados, indicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).  

Sin embargo, los centros educativos en estos municipios ya están desalojados y brindan las condiciones necesarias para el reinicio de las actividades académicas.

Para asegurar que los alumnos no abandonen la escuela, durante este tiempo el Banco Mundial en colaboración con la Alianza Mundial para la Educación, el Banco de Desarrollo del Caribe y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), financiaron programas de alimentación escolar, rehabilitación de escuelas dañadas y exenciones de matrícula hasta alcanzar a los 50.000 alumnos en las áreas con más afectación por el huracán.

Hasta noviembre se había financiado el 62% del fondo solicitado para apoyar al gobierno haitiano en cuanto a responder a las necesidades esenciales de su población. No obstante, la OCHA señala que todavía se requieren $ 52,5 millones. (I)

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