La cantidad de denuncias de violencia doméstica en Rusia aumentó en dos veces y medio durante el confinamiento ordenado por el gobierno para contener la pandemia de COVID-19, reportó este martes, 5 de mayo, la directora de derechos humanos.

Las denuncias a organizaciones no gubernamentales rusas aumentaron de 6.000 en marzo a más de 13.000 en abril, reveló la funcionaria, Tatyana Moskalkova.

“El panorama luce sombrío”, expresó la mujer, citada por la agencia noticiosa RIA Novosti.

Rusia impuso la orden de confinamiento obligatorio en todo el país a fines de marzo y las autoridades en la mayoría de las regiones ordenaron cerrar la mayoría de los negocios y pidieron a los habitantes quedarse en sus casas.

Nueve grupos de defensa de las mujeres en Rusia sonaron la alarma el mes pasado sobre el pronunciado aumento de quejas de violencia doméstica y pidieron al gobierno tomar acción para proteger a las víctimas.

La violencia doméstica es rampante en Rusia, donde según datos policiales, hasta el 40% de todos los delitos se cometen entre familias.

Parlamentarios rusos despenalizaron las agresiones contra familiares en 2017 y los activistas denuncian que ello animó a los abusadores y dificultó la protección de las víctimas.

Los intentos de aprobar una ley contra la violencia doméstica quedaron estancados el año pasado debido a la resistencia de grupos conservadores y las presiones del Kremlin de darle prioridad a una reforma constitucional que permita al presidente Vladimir Putin permanecer en el poder hasta 2036.