Un contingente de 300 reservistas del ejército de El Salvador fueron destinados este lunes a tareas de seguridad en los municipios más azotados por la violencia criminal, informó el vicepresidente Óscar Ortiz.

"Estamos poniendo en marcha el primer contingente de nuestra reserva, establecida en esta primera etapa con 300 valientes hombres que se ponen a disposición de ese compromiso superior de llevar paz y tranquilidad a nuestros territorios”, declaró Ortiz en un acto oficial en un cuartel de San Salvador.

Los 300 reservistas, de un contingente previsto de 1.000, se suman a 9.600 efectivos del ejército ya desplegados para apoyar a poco más de 24.000 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).

El vicepresidente aseguró que el despliegue de los reservistas forma parte de un "conjunto de medidas extraordinarias que se enmarca en el despliegue estratégico" del ejército en los próximos 12 meses.

"Los miembros de nuestras Fuerzas Armadas buscan bajar los niveles de criminalidad, desbaratar la extorsión, buscan desarticular cualquier situación en el sistema penitenciario (...)", detalló Ortiz.

En marzo pasado, el gobierno diseñó un amplio plan de seguridad para contener la violencia de las pandillas que contempla un estado de emergencia en los centros penales para cortar la comunicación de las bandas, así como una mayor presencia de agentes de seguridad en comunidades asediadas por estos grupos delictivos.

El gobierno espera que el gobierno apruebe esta semana una emisión de bonos por $ 152 millones para financiar la operación, según Ortiz.

El Salvador registra una ola de violencia que de enero a abril dejó una veintena de asesinatos por día y que las autoridades atribuyen en su mayoría a las pandillas, que cuentan con unos 70.000 miembros, de los cuales 13.000 están encarcelados. (I)