Ciudad del Vaticano

Benedicto XVI fue sometido hace menos de tres meses a una operación en una clínica vaticana para sustituirle el marcapasos, todo llevado con absoluta discreción y sin interrumpir su agenda, confirmó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

El Papa anunció el pasado lunes su renuncia al Pontificado debido a su “edad avanzada” y a la “falta de fuerzas”. Lombardi confirmó que la intervención estaba programada y no tenía “ninguna relevancia especial”. Sin embargo, preocupa el deterioro que Benedicto XVI ha experimentado en los últimos meses y sus fieles se preguntan cuál es su verdadero estado de salud.

La intervención, según adelantaba el diario económico italiano Il Sole 24 Ore, se realizó en secreto en la clínica Pío XI, propiedad del Vaticano, y fue practicada por el cirujano Luigi Chiareiello, director de la cátedra de Medicina de la Universidad Romana de Tor Vergata.

La salud de Joseph Ratzinger, de 85 años, ha sido delicada desde que fue elegido Papa, debido a que en septiembre de 1991 sufrió una hemorragia cerebral que lo mantuvo hospitalizado diez días en la Clínica Pío XI de Roma y de la que se recuperó satisfactoriamente.

Sin embargo, las conclusiones que saca la prensa italiana sobre su renuncia son variadas, aunque todas tienen un hilo conductor que resume los escándalos que  han envuelto al Vaticano en los últimos meses, como la pedofilia de clérigos y la controvertida gestión del banco de la Iglesia católica, lo que podría haber precipitado la decisión del Papa.

Así, el cónclave para la elección de su sucesor se celebrará probablemente de quince a veinte días después del 28 de febrero, fecha prevista para su renuncia oficial tras la cual el anillo de Pescador, que se entrega  a todo Papa y emblema del apóstol Pedro, será destruido.

En la designación participarán 118 cardenales del Colegio Cardenalicio vaticano, entre ellos podrán asistir 19 latinoamericanos con derecho al voto, incluido el arzobispo emérito de Quito, Raúl Vela Chiriboga.

Acto de honestidad

El candidato a la reelección presidencial de Ecuador, Rafael Correa, calificó ayer de honesta y hasta revolucionaria la decisión de Benedicto XVI de presentar su renuncia.

“Creo que es un acto de honestidad y yo diría incluso revolucionario del papa Benedicto XVI que habla muy bien de él”, afirmó en entrevista con Radio Pichincha Universal, tras preguntarse dónde está lo escandaloso de esa decisión, como se califica en algunos círculos.

“Hemos tenido papas con edad muy avanzada, en estado de salud muy precaria que ya no gobernaban la Iglesia”, apuntó Correa, quien solicitó licencia para dedicarse  a la campaña electoral con miras a su reelección.