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El Telégrafo
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Descubren alteraciones cerebrales en personas sanas con más riesgo a alzhéimer

Imagen referencial de las conexiones entre las células del cerebro
Imagen referencial de las conexiones entre las células del cerebro
Internet
28 de marzo de 2018 - 09:08 - Agencia EFE

El mayor estudio mundial de neuroimagen, liderado por la Fundación española Pasqual Maragall y elaborado entre 533 personas, ha descubierto alteraciones en la estructura del cerebro en personas sanas que son portadoras de un gen que las hace más propensas a desarrollar alzhéimer.

El estudio, publicado en la revista "Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association", ha detectado, a través de las pruebas de resonancia magnética, alteraciones morfológicas cerebrales en personas sanas portadoras del gen APOE-e4.

El jefe del grupo de Neuroimagen del BarcelonaBeta Brain Research Center (BBRC), el español Juan Domingo Gispert, explicó hoy en rueda de prensa que el gen APOE lo tiene todo el mundo; pero, aunque no es el único, cuando se presenta en su variación APOE-e4 constituye el mayor factor de riesgo genético para desarrollar alzhéimer.

Sin embargo, dejó claro que las personas que tienen esa morfología cerebral no necesariamente desarrollarán la enfermedad en un futuro.

Las imágenes cerebrales de los 533 participantes en el estudio revelaron las alteraciones neuroanatómicas correspondientes a la variación e4 del gen APOE en personas sanas, que tenían un menor volumen de sustancia gris en áreas cerebrales como el hipocampo, que es donde se inicia la neurodegeneración en el alzhéimer.

También descubrieron un aumento del volumen de la sustancia gris en el tálamo, el lóbulo occipital y el córtex derecho frontal, que podría estar determinado por mecanismos inflamatorios asociados a la acumulación de la proteína betaamiloide, que se produce en la fase preclínica de la enfermedad.

La investigación también ha dado a conocer que las alteraciones en el volumen de la sustancia gris cerebral en las personas con mayor riesgo genético de sufrir alzhéimer empiezan a desarrollarse a partir de los 60 años.

Gispert explicó que la combinación de la información genética y de la imagen permitirá "saber mejor cómo indicar a las personas la prevención de la enfermedad".

La investigación supone un avance en la prevención del alzhéimer, ya que permitirá tener en cuenta las alteraciones identificadas en el cerebro para diseñar ensayos clínicos que busquen prevenir la enfermedad mucho antes de que aparezcan los síntomas.

El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa sin cura, que se caracteriza por una larga fase preclínica sin síntomas que puede empezar hasta veinte años antes de las primeras pérdidas de memoria.

No es una enfermedad hereditaria en el 99 % de los casos, pero genes como el APOE-e4 contribuyen a la posibilidad de desarrollar demencia, aunque el origen es multifactorial.

Los factores de riesgo para desarrollarla tienen que ver con la edad, la genética, el control de la salud cardiovascular y los hábitos de vida saludable.

Gispert subrayó que los consejos de prevención pasan por los "controles de los factores de riesgo, por mantener la actividad social e intelectual y una vida saludable". (I)

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