El jefe del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, modificó su gabinete en la sombra y despidió a varios parlamentarios "desleales" a sus lineamientos políticos, en un intento por frenar las divisiones internas de la agrupación opositora.

La decisión de Corbyn, de 66 años, llevó a la renuncia de tres ministros en la sombra, entre ellos el ministro para trenes Jonathan Reynolds, quien abandonó su cargo tras 36 horas de renovación en el gabinete laborista, y Stephen Doughty, ministro de Exterior en la oposición. También renunció Kevan Jones, secretario en el área de Defensa.

Entre los políticos a quien Corbyn retiró de su cargo por "deslealtad" política estuvieron el secretario para Europa en la oposición, Pat McFadden y el ministro de Cultura en la sombra, Michael Dugher.

Analistas políticos y varios medios de prensa especulan que podrían renunciar otros parlamentarios descontentos con la purga dentro del Laborismo, la cual se lleva a cabo tres meses después de la elección interna en la que Corbyn obtuvo una aplastante mayoría para liderar el partido.

En una carta enviada este miércoles a Corbyn, Reynolds dijo que entiende que el jefe laborista quiera hacer cambios en el gabinete en la sombra, pero aclaró que ahora no puede trabajar en el nuevo equipo por diferencias políticas y de lineamientos estratégicos.

El diputado también criticó a la Coalición Detener la Guerra (Stop the War Coalition), que Corbyn ayudó a fundar y que quedó en medio de serias polémicas al indicar que los atentados de París del pasado 13 de noviembre se debieron a la intervención militar de Occidente en Siria e Irak.

Esa coalición pacifista fue la encargada de convocar masivas manifestaciones populares en Londres y otras ciudades del Reino Unido contra la guerra de Irak y otras desastrosas intervenciones militares de Gran Bretaña en el extranjero.

"Entiendo que Corbyn necesite un mayor nivel de disciplina entre sus parlamentarios más cercanos, y por ello he decido pasar a un segundo plano dentro de la agrupación", aclaró Reynolds a modo de justificación por su renuncia.

"Además, y aunque personalmente estuve en contra de ampliar los bombardeos aéreos contra Siria, no puedo apoyar la posición de la 'Coalición Detener la Guerra', que consideró está completamente equivocada en sus apreciaciones sobre las amenazas terroristas al Reino Unido", agregó.

Reynolds recalcó en la misiva que la seguridad y bienestar de los electores "debe ser siempre la primera prioridad".

"Por eso considero que mi colega Pat McFadden estaba en lo correcto al condenar a aquellos que absolvieron a toda costa al Estado Islamico (EI) y sus acciones tras lo ocurrido en París", continuó.

De acuerdo a la BBC y a la cadena Sky News, Corbyn tiene previsto seguir "purgando" al Laborismo de aquellos diputados que votaron el mes pasado junto al gobierno conservador de David Cameron a la hora de extender los bombardeos aéreos de Irak a Siria.

También retirará de la agrupación a aquellos diputados que apoyan renovar los arsenales nucleares Trident, algo contrario a la posición de Corbyn y sus seguidores.

Los despidos de Dugher y McFadden llevaron de inmediato a una "oleada" de mensajes críticos en las redes sociales como Twitter, donde varios parlamentarios laboristas expresaron su descontento con los cambios.

El legislador Dan Jarvis escribió que la decisión de Corbyn "fue muy triste" porque se necesitaba de voces críticas dentro del gabinete.

"Michael Dugher es una voz muy efectiva y auténtica para los trabajadores, como también un gran campeón para el Laborismo", escribió.

Por su parte, la diputada Emma Reynolds consideró que la salida de McFadden "es una gran pérdida" para el gabinete laborista en la sombra, debido a su larga trayectoria y labor para que Gran Bretaña siga dentro de la Unión Europea (UE).

La purga dentro del Laborismo tuvo algunas sorpresas, como la decisión de Corbyn de dejar en su puesto al Canciller en la sombra, Hilary Benn, quien no sólo votó a favor de los bombardeos en Siria, sino también cuyo discurso en el Parlamento al respecto lo dejó en abierta oposición con el jefe partidario, haciendo tambalear la posición de Corbyn.

Los analistas políticos consideraban que Benn iba a ser el primero de los legisladores laboristas en ser despido por su "deslealtad", pero su permanencia da cuenta de un interés del jefe partidario para evitar más tensiones internas.

Corbyn decidió además sacar a María Eagle de la cartera de Defensa, y pasarla a Cultura, por el apoyo de esta última a la renovación del arsenal nuclear Trident, uno de los puntos más divisorios dentro del Laborismo.

Eagle fue reemplazada en Defensa por Emily Thornberry, quien regresa al gabinete luego de haber sido retirada por el previo jefe del partido, Ed Miliband, luego de haber publicado por Twitter una imagen de una camioneta blanca y una bandera de Inglaterra, la insignia de San Jorge, en un gesto considerado como "snob" contra la clase trabajadora blanca del país.

Luego de los anuncios dados a conocer esta semana, el gobernante Partido Conservador calificó el recambio laborista "como el más largo de la historia", por no haberse hecho en una sola jornada, aunque los aliados de Corbyn defendieron la medida como adecuada, para hacer frente a las crecientes divisiones y tensiones internas dentro del Laborismo.

Desde la comunidad latinoamericana en el Reino Unido, José Luis Sánchez, miembro del grupo Latin American Workers Association (Lawas), expresó su apoyo a Corbyn y dijo que espera el jefe laborista "promueva la integración para construir un Reino Unido diferente".

"También que termine con los recortes del actual gobierno, que promueva la inversión pública, la creación de fuentes de trabajo y que busque una solución real al tema de los refugiados en Europa. Todas las comunidades de inmigrantes saldrían beneficiadas teniendo en cuenta que Corbyn ya ha estado apoyando centros de ayuda al migrante", afirmó Sánchez.

"Necesitamos leyes que terminen con la explotación laboral, el racismo y la discriminación. También requerimos apertura en nuevas áreas de trabajo, acceso a la educación, salud, vivienda y espacios para las actividades de la comunidad latinoamericana. Y lo más importante es una amnistía para todos los indocumentados", sostuvo. (I)