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El Telégrafo
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¿Quién era el copiloto Andreas Lubitz?

Una imagen tomada de una cuenta de Facebook ya eliminada muestra a Andreas Lubitz, el copiloto de la aeronave que se estrelló el martes en Francia.
Una imagen tomada de una cuenta de Facebook ya eliminada muestra a Andreas Lubitz, el copiloto de la aeronave que se estrelló el martes en Francia.
26 de marzo de 2015 - 09:30

El copiloto del avión de Germanwings que se accidentó el martes es Andreas Lubitz, un joven de 28 años que contaba con una experiencia de 630 horas de vuelo con la aerolínea. La foto del joven que circula en las redes sociales fue tomada de su cuenta en Facebook que ya ha sido borrada.

Nació en la pequeña localidad de Montabaur, en el estado federado de Renania-Palatinado (oeste de Alemania). Las personas que lo conocían indicaron que era un joven "bastante tranquilo, pero amistoso".

Era miembro del club privado de aviación LSC Westerwald y deportista aficionado a las carreras populares, según los registros de las competiciones en las que participó. Medios locales informaron que Andreas se inició de adolescente en el mundo de la aeronáutica con la intención de cumplir su sueño: pilotar un avión. Comenzó con vuelos sin motor y después se especializó en los Airbus A320, el modelo de aeronave que se accidentó esta semana. 

Tenía una experiencia de 630 horas de vuelo y había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre de 2013, según informó la aerolínea.

La alcaldesa de Montabaur, Gabriele Wieland, explicó a la agencia de noticias alemana DPA que el joven había vivido con sus padres y tenía también un alojamiento en Düsseldorf, ciudad a la que se dirigía el avión de Germanwings accidentado.

"Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea", publicó en su página el LSC Westerwald de Montabaur, del que era miembro, al conocer la noticia del accidente.

"Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida", manifestaban sus compañeros del club en recuerdo del joven.

Sin antecedentes terroristas

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, aseguró hoy que los investigadores no encontraron hasta el momento "indicios de trasfondo ni motivación terroristas" en el copiloto.

La revisión en dos bases de datos, una de la inteligencia alemana y otra de la policía federal, no arrojó ningún resultado positivo que desatase las alarmas en Berlín y un requerimiento paralelo a Lufthansa, matriz de Germanwings, tampoco aportó nada reseñable, según el funcionario.

"Todo va a ser investigado", afirmó De Maiziére, que reconoció que los interrogantes "se concentran en el pasado de la persona que asumía el puesto de copiloto" en el vuelo 9525, que cubría la ruta entre Barcelona (España) y Düsseldorf (Alemania).

El ministro de Interior agregó que las fuerzas de seguridad alemanas desde el principio han "trabajado para intentar despejar una posible motivación terrorista" en este suceso.

De Maiziére afirmó que por el momento no había "ningún indicio sólido" que apuntase a que la catástrofe aérea hubiese "sido causada a propósito por terceros".

"Debemos abstenernos de especulaciones sobre las posibles causas", añadió.

"Apto" para volar

El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr aseguró que el copiloto era "totalmente apto" para la actividad a la que se dedicaba. Sin embargo, explicó que Lubitz interrumpió su formación de forma prolongada pero después volvió a pasar las pruebas. "Se verificó su aptitud", apuntó, indicando que aprobó todas las pruebas médicas y técnicas y los exámenes, lo que lo hicieron "apto al 100 por ciento para el vuelo, sin reservas".

Sobre esa interrupción prolongada, el presidente de la compañía aseguró que "no es inusual" que esto ocurra. A este respecto, declaró que tras esa interrupción siempre se vuelven a llevar a cabo pruebas de aptitud médica, técnica y psicológica para poder continuar con la formación.

Spohr recordó que existe "secreto médico" que impide que él haga públicos los motivos de la interrupción de la formación de Lubitz, por lo que debe ser la Fiscalía francesa que investiga el caso la que facilite la información.

Mientras tanto, la Policía alemana ya vigila la casa familiar de Lubitz (foto) en la pequeña localidad de Montabaur, en busca de nuevos datos del sospechoso.

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