Las autoridades belgas buscan a un segundo sospechoso en relación con el atentado del metro en Bruselas que aparece en las cámaras de seguridad, según fuentes policiales. Si se confirma su participación, serían 5 los terroristas que perpetraron los ataques del pasado martes: 3 en el aeropuerto internacional Zaventem -uno de los cuales está huido- y 2 en el suburbano.

El periódico francés Le Monde publicó ayer que este hombre, buscado ‘activamente’ por la policía, fue grabado por las cámaras de seguridad del metro en compañía de Khalid El Bakraoui con un gran bolso antes de que este último se inmolara en la estación de Maelbeek, matando a una veintena de personas.

Hasta ahora se pensaba que el ataque al metro había sido perpetrado solo por Khalid al Bakrauoi, un joven de nacionalidad belga de 27 años cuyo hermano, Ibrahim, se inmoló en el aeropuerto internacional de Bruselas-Zaventem junto a Najim Laachraoui, el tercer terrorista suicida identificado por los investigadores. Los atentados dejaron 31 fallecidos y 270 heridos.

Por otro lado, el ministro belga de Interior, Jan Jambon, anunció que su gobierno decidió rebajar en un grado la alerta antiterrorista, que estaba en su nivel máximo, porque ‘no hay amenazas inminentes’ de atentados. Jambon explicó, en declaraciones al canal RTL, que el Consejo Nacional de Seguridad se reunió ayer y el Órgano de Coordinación para el Análisis de la Amenaza “decidió reducir el nivel de amenaza a 3”, de una escala de 4.

Captados por las cámaras

En las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia del metro se ve a Khalid El Bakraoui hablar con el nuevo sospechoso, que no entra con él en el metro, según precisó a AFP una fuente policial próxima a la investigación.

El experto en lucha antiterrorista Claude Moniquet confirmó a la televisión pública belga RTL la existencia de este segundo sospechoso, pero señaló que no está claro si se limitó a dejar la bolsa que llevaba, supuestamente con explosivos, en el metro antes de salir de la estación o si se inmoló junto a Khalid.

Moniquet advirtió que llevará varios días averiguarlo ya que la identificación de los cuerpos es complicada.

Al margen del nuevo sospechoso del metro, la policía belga busca desde el primer día de los atentados al tercer terrorista del aeropuerto que no se inmoló en el ataque.

Es el hombre que aparece con un gorro oscuro en la imagen de los 3 presuntos autores de la matanza de Zaventem que distribuyó la Policía la misma tarde de los ataques.

Vínculo con atentados de París

Por otro lado, la Fiscalía Federal belga confirmó los vínculos de los terroristas suicidas del pasado martes en Bruselas con los atentados de París el 13 de noviembre de 2015.

La Fiscalía explicó que Khalid El Bakraoui, quien se hizo explotar en el interior del metro en una parada próxima a las instituciones europeas de Bruselas, alquiló una habitación en la calle del Fort, en la ciudad de Charleroi.

Ese cuarto, según los investigadores, sirvió de escondite al grupo terrorista que cometió los atentados de noviembre en París, en los que murieron 130 personas y centenares resultaron heridas, y fue requisado por la policía el 9 de diciembre.

Las sospechas del Ministerio Público contra El Bakraoui, que utilizó un carné de identidad belga falso a nombre de Ibrahim Maaroufi, llevaron 2 días después del registro policial del apartamento en Charleroi a emitir una euroorden y un mandato de detención internacional contra él.

Su hermano, Ibrahim al Bakraoui, uno de los 2 terroristas suicidas que actuaron en el aeropuerto internacional de Bruselas-Zaventem, era objeto ayer de una importante polémica entre Bélgica y Turquía, de donde fue expulsado a Holanda el pasado julio tras ser detenido como ‘combatiente extranjero’.

El gobierno belga reconoció que, cuando Turquía le comunicó por qué lo había detenido y le anunció la expulsión de Ibrahim al Bakraoui, no estaba al corriente de su vinculación con grupos terroristas y solo sabía que tenía un largo historial como delincuente común.

La ministra holandesa de Justicia confirmó la deportación del terrorista desde Turquía en una carta al Parlamento: “Las autoridades turcas exigieron que Ibrahim al Bakraoui abandonara el territorio y programaron para ello un vuelo desde Estambul con destino Amsterdam el 14 de julio de 2015”.

La búsqueda de la policía belga también se centra en otro supuesto cómplice, Mohamed Abrini, amigo de la adolescencia de Salah Abdeslam, detenido por la autoría de los atentados en París y en cuya compañía fue visto antes de esos ataques.

En tanto, los ministros de Interior de la UE expresaron su intención de acelerar la adopción de herramientas para la lucha antiterrorista y para mejorar la circulación de informaciones de inteligencia. (I)

Ecuatoriano herido sigue en estado crítico

El ecuatoriano Jimmy Montenegro, de 37 años, que reside en Bélgica, sigue en estado crítico tras las heridas sufridas en el atentado en el metro de Bruselas.

El presidente Rafael Correa informó sobre su estado a través de su cuenta en Twitter: “Jimmy Montenegro, ibarreño, es una de las víctimas de atentados en Bruselas y se encuentra muy grave. Nuestra solidaridad con su familia”, escribió.

El martes, su esposa Elizabeth López,  lo dejó en la estación del metro de Maelbeek, en Bruselas. Minutos más tarde, cuando ella llegó a su casa, le informaron que su esposo estaba herido por la explosión terrorista en la estación del tren. “Un proyectil le atravesó el cerebro”, contó la mujer a través de Skype a Univisión.

El ecuatoriano, que lleva 18 años trabajando en Bruselas, fue operado y los médicos lo mantienen en coma inducido, para ayudarlo en su recuperación.

Elizabeth sabe que la herida fue dañina y que todavía no es posible conocer qué efectos permanentes dejará. Sin embargo, lo único que anhela es que Jimmy despierte y la recuerde, al igual a que sus dos hijos de 14 y 9 años.

En tanto, el lento y largo proceso de identificación de las víctimas de los atentados de Bruselas tiene en vilo a muchas familias que siguen recorriendo hospitales y buscando desesperadamente información de sus seres queridos. El problema es que se trata de atentados con explosiones muy fuertes, que dejan los cuerpos muy destruidos, por lo que la policía considera que la identificación tardará. (I)