El gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó investigar "todos los factores" que permitieron el espectacular escape de dos convictos de la prisión de Dannemora, que 10 días después permanecen prófugos, y prometió "tolerancia cero" para sus cómplices.

"Tenemos tolerancia cero para toda persona que haya ayudado o alentado a esos criminales, poco importa la gravedad de su participación: a todo individuo reconocido culpable de haber ayudado en esta evasión se le aplicará todo el peso de la ley", declaró el lunes el gobernador Cuomo.

Joyce Mitchell, de 51 años, quien trabajaba en la prisión de alta seguridad y fue acusada de haber ayudado a los fugitivos, compareció brevemente en una audiencia técnica en la mañana del lunes, sin pronunciar palabra, luego de declararse "no culpable" la semana pasada.

Mitchell, puesta en arresto preventivo, fue inculpada por "favorecer el contrabando en prisión" y "dar asistencia" a los dos fugitivos que les permitió escaparse.

La acusada habría suministrado a los detenidos, que eran vecinos de celda, hojas metálicas de sierra, dos pares de lentes con linternas y brocas.

Funcionarios han sugerido que Mitchell podría haber sido cautivada por Matt y Sweat, y que acordó ir a buscarlos en automóvil a la alcantarilla por la que salieron el pasado sábado.

Pero cambió de parecer y fue ingresada en un hospital, presuntamente por sufrir una crisis de pánico.

"Capturar a esos asesinos y devolverlos a prisión sigue siendo nuestra prioridad absoluta, pero en primer lugar, es extremadamente importante examinar las circunstancias que permitieron a esos detenidos escapar", declaró Cuomo en un comunicado, ordenando una investigación "sobre todos los hechos que rodearon este caso".

Pese a una intensa búsqueda para la que se han movilizado 800 funcionarios -300 más que en un principio-, incluyendo agentes del FBI e integrantes de la guardia forestal, respaldados por helicópteros, los dos fugitivos, David Sweat, de 35 años y Richard Matt, de 49, ambos condenados por homicidio, continúan en fuga.

"No sabemos si todavía están en la región o en México", reconoció el gobernador el domingo.

Las autoridades ofrecieron una recompensa de 100.000 dólares por información que permita el arresto de los convictos. (I)