El grupo defensor de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) anunció que demandará al Gobierno británico tras denunciar que sus sistemas de comunicación habrían sido blanco del polémico programa de vigilancia y espionaje de los servicios de Inteligencia del Reino Unido.

La ONG con sede en Londres dijo que es “altamente probable” que cientos de correos electrónicos y llamadas telefónicas realizadas por el organismo, muchos de los cuales denuncian violaciones graves de derechos humanos por parte de gobiernos y países, fueron interceptados por espías.

Michael Bochenek, director legal y de políticas de AI, confirmó la decisión de demandar al Gobierno de coalición que encabeza el primer ministro conservador David Cameron. “Como organización global que trabaja con muchos temas sensibles de interés particular para los servicios de seguridad en Estados Unidos y el Reino Unido, estamos profundamente preocupados de que las comunicaciones de nuestros empleados hayan sido interceptadas”, indicó el experto.    

El anuncio se conoce tras revelarse que el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ) y su homóloga estadounidense, la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana (NSA), desarrollaron tecnologías para lanzar programas de vigilancia masiva a redes de la web y telefonía celular, que les permitieron rastrear servidores de compañías proveedoras de Internet y capturar información de cables que transportan tráfico online.

Dos de esos programas de vigilancia, el Prism estadounidense y el Tempora británico, lograron socavar grandes cantidades de información privada, que fue compartida entre ambos países.    

La escala de esos operativos de vigilancia llevó a fuertes preocupaciones en Europa y Estados Unidos, principalmente por la habilidad de los servicios secretos británicos y norteamericanos de acceder a comunicaciones privadas online.    

En Gran Bretaña hay tres demandas judiciales al respecto contra el Gobierno británico lanzadas por grupos como Liberty, Privacy International y Big Brother Watch, todos ellos organismos defensores de libertades civiles y ciudadanas.

Por su parte, Amnistía indicó que teniendo en cuenta la tarea global que lleva a cabo y los temas sensibles que investiga, “es muy probable” que haya sido víctima de espionaje por parte de los servicios secretos tanto de Gran Bretaña como de Estados Unidos.

Fue por ello que presentó una demanda ante el Tribunal de Poder de Investigación británico (IPT, por sus siglas en inglés), al indicar que la interceptación de sus comunicaciones violó claramente el artículo 8 (sobre el derecho a la privacidad) y el artículo 10 (por el derecho de libertad de expresión) de la Ley de Derechos Humanos.

El IPT, que tiene jurisdicción para investigar los servicios secretos británicos GCHQ, MI5 y el Servicio Secreto de Inteligencia, revisa quejas acerca de la conducta de las agencias de espionaje, aunque críticos de ese tribunal sostienen que es demasiado reservado y carece de una regulación apropiada.

SNOWDEN FUE ELEGIDO PERSONA DEL AÑO

El exanalista de la seguridad estadounidense Edward Snowden, un joven que saltó del anonimato a la popularidad tras revelar programas secretos de espionaje de Washington, fue elegido Persona del Año por el periódico británico The Guardian.

El norteamericano, actualmente asilado en Rusia, obtuvo amplia mayoría entre los 2.000 usuarios consultados, pues logró el respaldo de 1.445 personas.

Detrás de Snowden quedaron otros candidatos como  los activistas de Greenpeace arrestados en Rusia Marco Weber y Sini Saarela (314 votos), el papa Francisco, con 153 votos y  el bloguero antipobreza Jack Munroe (144 votos).  

El año pasado el hombre del año fue Bradley Manning, el militar estadounidense que entregó documentos confidenciales gubernamentales a WikiLeaks, portal de Julian Assange. (PL)