Al menos una persona falleció a causa del sismo de 7,6 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que sacudió este viernes el sureste de Filipinas y que llevó al Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico a declarar un aviso de ola gigante.

Las autoridades informaron que la víctima mortal fue una mujer de 54 años que quedó atrapada entre los escombros al derrumbarse su casa, en la ciudad de Cagayan de Oro, en la isla de Mindanao. Un menor de 5 años fue rescatado.

La magnitud del temblor se revisó a la baja tras una lectura inicial de 7,9 grados. Se produjo a una profundidad de 34 kilómetros a las 20H47 locales (12H47 GMT), a 16 kilómetros al sureste de la localidad de Guiuan y a 175 kilómetros al noreste de la ciudad de Surigao, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Luego de dos horas de que se produjera el movimiento telúrico, el Centro levantó la alerta para Filipinas e Indonesia. En un primer momento la alerta también afectó a Japón, Taiwán y varias islas del Pacífico, pero fue rápidamente levantada.

Olas de 16 centímetros llegaron al este de Filipinas. Pese a la cancelación del aviso de tsunami, las autoridades  mantienen la alerta en las provincias del sureste del archipiélago.

En su reporte, el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) indicó más temprano que el sismo no generaba alerta para la costa continental e insular de Ecuador.

Filipinas se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.