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El Telégrafo
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A Noriega le espera otro juicio; víctimas rechazan su arresto domiciliario

A  Noriega le espera otro juicio; víctimas rechazan  su arresto domiciliario
13 de diciembre de 2011 - 00:00

El ex dictador panameño, Manuel Antonio Noriega, extraditado desde Francia el domingo, enfrentará un nuevo juicio en su país por la desaparición en 1970 del sindicalista de izquierda, Heliodoro Portugal.

Mientras tanto, víctimas del régimen del ex hombre fuerte de Panamá  se negaron    ayer a hacer “borrón y cuenta nueva” ahora que está preso en Panamá, y advirtieron que evitarán a toda costa que sea beneficiado con casa por cárcel por tener 77 años.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia panameña, Aníbal Salas, explicó que se estaba esperando a que el señor Noriega llegara a Panamá para cumplir con algunos requisitos, entre esos la notificación (llamamiento a juicio) en el caso de Portugal  tras precisar  que la harán en los próximos días. 

Portugal desapareció en mayo de 1970, cuando Noriega era el jefe de los cuerpos de inteligencia y espionaje del régimen militar (1968-1989), que en la época comandaba el general y líder nacionalista Omar Torrijos. Los restos de Portugal fueron hallados enterrados en un cuartel en 1999.

Noriega tiene en Panamá tres condenas pendientes de 20 años cada una por desaparición de opositores, y por los homicidios del médico y guerrillero opositor ítalo-panameño, Hugo Spadafora y el mayor Moisés Giroldi, quien intentó dar un golpe de Estado en 1989. Francia había descartado un tercer pedido de extradición por el caso de Portugal, por considerarlo prescrito.

“En Francia los jueces ya lo declararon este caso prescrito al aplicar la ley panameña por lo que los tribunales panameños deberían hacer los mismo”, expresó el abogado de Noriega en Panamá, Julio Berríos. En la provincia  de Chiriquí las autoridades investigan otras dos desapariciones en las que Noriega podría estar implicado.

Paralelamente, una docena de familiares de las víctimas se apostaron frente a El Renacer para gritarle al ex dictador asesino y exigir justicia, en tanto que en otros puntos de la ciudad en algunas casas sonaron cacerolas como se hacía en los 80 contra el régimen.

Un día después de la llegada de Noriega extraditado desde París y de ser recluido en la cárcel de El Renacer, el debate se encendió entre antiguos opositores al régimen, víctimas, analistas y abogados en torno a los vericuetos legales que le permitirían gozar de arresto domiciliario.

Una ley establece ese beneficio para los mayores de 70 años, pero las familias de las víctimas exigen una interpretación de la norma de tal forma que se considere de “lesa humanidad” los crímenes por los que fue condenado y no pueda cumplir la pena en casa.

Noriega estuvo 20 años preso en Estados Unidos por narcotráfico y casi dos años en Francia por lavado de dinero, pero es ahora que enfrenta a la justicia de su país. Una de las que estaba frente a la prisión es Maritza Giroldi, hermana de Moisés, quien llevó un letrero que rezaba: “¡Justicia. Cárcel para el asesino!”. 

Roberto Brenes, un empresario que estuvo detenido en la época y es también activo miembro de la Cruzada, consideró que Panamá tiene 22 años de tener morosa la justicia. “Noriega pagó una larga condena por sus crímenes de narcotráfico, se la pagó a la comunidad internacional, pero a este país no le ha pagado un minuto de cárcel por todo lo que hizo, si queremos justicia para Panamá tenemos que empezar por darle cárcel”, subrayó.

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