Los electores suizos dijeron “no” masivamente a limitar más la entrada de inmigrantes al país, al ser preguntados en una consulta celebrada ayer, que incluía otros dos textos igualmente rechazados.

Según los resultados oficiales, la propuesta sobre inmigración proveniente de la organización Ecología y Población (Ecopop), que en nombre del medio ambiente pretendía luchar contra la superpoblación, recibió la negativa del 74% de los votantes.

En cuanto a las otras dos propuestas, la una, que pedía la supresión de ventajas fiscales para los residentes extranjeros ricos y la otra, que pretendía obligar al Banco Central suizo a atesorar en oro el 20% de sus reservas, fueron rechazadas por el 60% y 76% de los votantes, respectivamente.

Cada tres meses los suizos deben pronunciarse sobre asuntos diversos y en esta ocasión, el voto ha sido seguido con atención por la comunidad internacional debido a sus repercusiones en el extranjero.

Los sondeos habían predicho la negativa a todas las propuestas, pero la magnitud del “no” ha sobrepasado las expectativas.

El texto del Ecopop ha sido votado diez meses después del referéndum del pasado febrero, en el que los suizos dijeron “no a la inmigración masiva”, aprobando por escaso margen (50,3% a favor, 49,7 en contra) una iniciativa que impone cuotas y contingentes para limitar la llegada de trabajadores extranjeros.

Ahora, la formación ecologista pretendía imponer un saldo migratorio anual de 0,2% de la población residente (unas 16.000 personas, frente a las 83.000 actuales), en nombre de la protección del medio ambiente, y preveía que Suiza destinara un 10% de su ayuda al desarrollo a medidas de control de la natalidad en los países del sur.

Los partidos políticos, incluida la derecha populista de la UDC, que lideró la votación antiinmigración del 9 de febrero, consideraban excesiva la medida.

“El texto estaba mal redactado y ha sido desacertado”, admitió uno de sus promotores, Philippe Roch, alto funcionario jubilado.

La iniciativa de Ecopop recibió el apoyo del partido de ultraderecha francesa Frente Nacional.

Gobierno y empresarios, en contra

Antes de que se realizara el referéndum, sus detractores aseguraban que la medida afectaría de forma negativa en la economía, ya que el 25% de la fuerza de trabajo del país es inmigrante.

Además, los principales empresarios quieren reclutar mano de obra cualificada de Europa. Tanto el Consejo Federal (Gobierno) como las dos cámaras parlamentarias también habían rechazado claramente la iniciativa argumentando que aunque se limitara la inmigración, el medio ambiente no se preservaría automáticamente, dado que ello depende de otros aspectos como de una gestión rigurosa de los recursos naturales.