El tamaño no importa.  Esa es una máxima que se aplica perfectamente bien al diminuto y fantástico mundo de los insectos.

¿Recuerdan ustedes a los personajes de la película de animación ‘Bichos’? Eran insectos de todas las formas posibles y con toda clase de instrumentos incorporados a su cuerpo. Pero la imaginación de sus creadores no es sino un pálido reflejo de lo que existe en la naturaleza. Porque los insectos son el grupo de animales más diversos del planeta: existe más de un millón de especies diferentes que van desde las hormigas a las mariposas y desde las abejas a los mosquitos.

Es una variedad enorme y aún quedan muchas por descubrir. Los cálculos difieren mucho: se estima que faltan por conocer entre 8 y 80 millones de especies. Hoy, de cada 2 especies nuevas que se descubren, una es un insecto. Podrían llegar a representar el 90% de todas las formas de vida del planeta. Solo los coleópteros, una familia de insectos que agrupa a escarabajos, mariquitas, gorgojos y luciérnagas, tiene catalogadas más de 375 mil especies, eso es 66 veces más especies que los mamíferos.  

Se estima que hay 200 millones de insectos por cada ser humano. Sus vidas son muy cortas. Algunos como las reinas abejas o las reinas hormigas pueden vivir varios años; pero por lo general viven apenas unos días.

Por ejemplo, la mosca vive 3 semanas. En realidad, la clave del éxito de los insectos radica en que sus cuerpos han adoptado muchas formas diferentes, lo que les ha permitido desarrollar mecanismos diversos para sobrevivir, por ejemplo, el vuelo. Los insectos conquistaron el aire  mucho antes que las aves. Pese a sus frágiles alas, las mariposas monarca son capaces de volar cada año más de 3 mil kilómetros entre Canadá y México para pasar el invierno. (Continúa) (I)