Las leyendas sobre seres sobrenaturales están extendidas por todas las culturas del mundo, y por mucho tiempo la ciencia creyó que solo eran el resultado de la fértil imaginación humana. No había manera de comprender por qué a veces las descripciones de algunos de ellos se repetían en sitios muy distantes del mundo.

El enigma comenzó a ser resuelto cuando se descubrió que millones de años antes de que el Homo sapiens comenzara a desperdigarse por el planeta, vivieron animales muy diferentes a los que hemos conocido en nuestra breve historia. Ahora se piensa que es muy probable que estos seres mitológicos tengan una base real, a partir de la cual se fueron tejiendo descripciones y leyendas cada vez más fantásticas. Imaginen cuál sería la reacción de un campesino que hace dos o tres mil años araba su campo y se topaba con huesos de criaturas cuyo aterrador tamaño ponía a temblar hasta al más valiente. ¿Cómo habrían sido vivos? ¿Podían volar? ¿Existirán aún en las cercanías? O la estupefacción de los primeros grandes viajeros cuando veían animales absolutamente diferentes a todo lo que conocían. Tres de estas leyendas ya tienen una explicación bastante real.

Los restos de un rinoceronte dieron paso a una leyenda

En el Ayuntamiento de la ciudad austriaca de Klagenfurt se exhibía hasta la Primera Guerra Mundial un cráneo que se decía era nada menos que la cabeza de un dragón. La leyenda aseguraba que la bestia había sido derrotada por dos valientes jóvenes, antes de que la ciudad se fundara, en 1250. En realidad, es casi seguro que se trataba de los restos de un rinoceronte que vivió en Europa hace por lo menos dos millones de años.

La figura mítica del dragón está extendida por buena parte del mundo, pero donde más importancia tiene es en China, desde donde se extendió a otros países del Lejano Oriente. Y casualmente -o no- en el norte de ese país se encuentra hoy uno de los yacimientos de dinosaurios más ricos del mundo, el enorme Desierto de Gobi, que comparte con Mongolia. Allí se están encontrando en los últimos años restos de los dinosaurios más extraños, incluyendo varias especies que desarrollaron plumas, eslabones entre los dinosaurios y sus descendientes: las aves.

En 1996, el geólogo Ji Qiang publica el hallazgo de un pequeño fósil al que bautizó como ‘Sinosauropteryx prima’, que significa ‘el primer dragón emplumado chino’. Y el hecho de llamarlo dragón tiene sentido porque se parece mucho a las antiguas representaciones chinas sobre los dragones. Un texto chino del siglo III antes de Cristo informa del hallazgo de huesos de dragón en la provincia de Sichuan por un hombre llamado Chang Qu. Es común en China hallar huesos de dragón y la medicina incluye entre sus remedios al hueso de dragón o ‘long gu’, que servirían como tranquilizante, para problemas de corazón e hígado, insomnio, sudoración externa y diarrea crónica.

Un equipo de paleontólogos de la Universidad de Alberta, Canadá, ha descubierto recientemente el esqueleto fósil de un nuevo tipo de dinosaurio de cuello largo muy semejante a los clásicos dragones de las leyendas chinas, en la ciudad china de Qijilang. Esta nueva especie característica de Asia, que tenía unos 15 metros de longitud y vivió hace unos 160 millones de años, pertenece a un grupo de dinosaurios llamados ‘mamenquisáuridos’, conocidos por sus larguísimos cuellos. Los investigadores han bautizado a la nueva especie de dinosaurio con el nombre de ‘qijianglong’ (dragón de Qijiang), en honor a la ciudad de origen. (I) (...continúa)