Un operativo dirigido por la Unidad Nacional de Investigación Antidrogas permitió identificar, en Esmeraldas, una camaronera convertida en centro de acopio de droga. Los agentes decomisaron 700 kilos de clorhidrato de cocaína que estaban listos para salir hacia Centroamérica.

Una camaronera convertida en bodega narco

La investigación detectó una propiedad con piscinas camaroneras que, lejos de operar con fines productivos, funcionaba como fachada para consolidar cargamentos destinados a redes internacionales.

Dentro del lugar se hallaron 30 bultos con 599 paquetes rectangulares de clorhidrato de cocaína.
El peso total del alcaloide: 697.650 gramos.

Según cálculos policiales, el valor del cargamento en el mercado europeo asciende a USD 32’615.137,50, una cifra que confirma la escala del negocio que operaba desde la costa ecuatoriana.

Armas, municiones y logística criminal

Además de la droga, los agentes encontraron:

• Un revólver
• Un arma larga
• 24 cartuchos

Estos elementos refuerzan la hipótesis policial de que la camaronera era parte de una estructura que aseguraba custodia armada, transporte y acopio previo al envío internacional.

Golpe a las rutas hacia Centroamérica

La operación 'Islarion' se desarrolló en coordinación con el Bloque de Seguridad, que ha intervenido varias zonas costeras en las que, como en este caso, la industria camaronera ha sido infiltrada por redes de narcotráfico.

Según las primeras indagaciones, la droga tenía como destino organizaciones criminales en Centroamérica para su posterior distribución hacia Estados Unidos y Europa.

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