Diez cadáveres, algunos en avanzado estado de descomposición, fueron hallados el miércoles último en el oeste de México, en una zona limítrofe entre los estados de Jalisco y Colima, informaron autoridades estatales.
Los cuerpos estaban a una profundidad de 70 metros de un barranco, bajo un puente ferroviario, cercano al poblado Quesería, en el estado de Colima, limítrofe con el municipio de Tonila en Jalisco, precisó el gobernador colimense, José Ignacio Peralta. “Se harán las investigaciones al respecto. La información preliminar indica que son 10”.
Según los primeros reportes emitidos por las autoridades colimenses, los cuerpos tienen por lo menos mes y medio de evolución cadavérica, por lo que resultó imposible conocer el sexo de las víctimas, así como las posibles edades.
El límite estatal es una zona de predominio del ascendente cartel Jalisco Nueva Generación, uno de los más poderosos de México, donde disputa el control de plazas con el cartel de Sinaloa, del encarcelado capo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
En ocasiones, los sicarios de estas organizaciones asesinan a sus víctimas y abandonan sus cuerpos en carreteras, montes o barrancos.
Las fiscalías de ambos estados trabajan conjuntamente en la investigación, informó Peralta, aunque el fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer, advirtió que los restos están en una zona de difícil acceso. Sin embargo, los bomberos del estado de Colima rescataron las osamentas. (I)