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El Telégrafo
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Padres de Nathaly rogaron a supuesto asesino que diga dónde está el cuerpo

Los padres de Nathaly juraron no regresar a España hasta encontrar el cuerpo de su hija muerta en Perú.
Los padres de Nathaly juraron no regresar a España hasta encontrar el cuerpo de su hija muerta en Perú.
Foto: elcomercio.pe
07 de febrero de 2018 - 00:00 - Redacción Justicia

La desesperación de Alexandra Ayala es tal que se plantó delante de Luzgardo Pillco, uno de los dos peruanos detenidos por la desaparición de su hija Nathaly Salazar, y le imploró por información.

“Le he suplicado, le he dicho que hasta lo voy a mantener de por vida, pero que me diga dónde está el cuerpo de mi hija”, según publica el diario El Mundo de España.

Desde el 10 de enero, Alexandra dejó Valencia y viajó a Perú con su marido, Marcelo Ayala, para buscar a Nathaly, la hispanoecuatoriana de 28 años desaparecida el 2 de enero cuando recorría el país como turista.

Todos los días se levantan a las 05:00. Se dirigen al punto de la ciudad del que parten los equipos de búsqueda, viajan una hora y media por carretera hasta la zona de Maras -donde Nathaly fue vista por última vez-, rastrean las laderas y barrancos de la zona y regresan al hostal en Cuzco entrada la noche, vencidos por el cansancio y sin el cadáver.

Los padres tienen una orden que autoriza exhumar un cadáver enterrado en el cementerio de Cacllaracay, una comunidad campesina, de no más de 100 habitantes y a 15 minutos a pie del lugar en el que Nathaly fue vista por última vez. Ahí vive Luzgardo.

Resulta que, pese a que en el pueblo no muere nadie hace seis meses, una de las tumbas parece tener un cuerpo reciente.

Ella está convencida de que los vecinos de la comunidad de Cacllaracay saben dónde está su hija. “Pero tienen miedo porque todos son familiares”, se lamenta.

Detenidos
Luzgardo Pillco, de 21 años, y Jainor Huilca, de 19, están en la misma cárcel. El juez les dictó nueve meses de prisión preventiva.

La versión de los jóvenes es que Nathaly sufrió un accidente cuando practicaba tirolina. Luego, dijeron, se deshicieron del cadáver lanzándolo al río Vilcanota.

Tras la detención de ambos -el 15 de enero- se halló sangre en el carro en el que supuestamente la trasladaron, pero aún no hay resultados del análisis.

En la tirolina, sin embargo, no hubo restos de sangre y, tras dos reconstrucciones, Policía y especialistas prácticamente descartan la teoría del accidente.

El río Vilcanota se rastreó minuciosamente y se hallaron cadáveres de animales e incluso el de Tania Mamani, una joven peruana que llevaba días desaparecida, pero ni una sola evidencia de Nathaly. “Donde dicen que tiraron a mi hermana hay una malla y el cuerpo se hubiera quedado trabado allí”, indicó Tamara Salazar, su hermana.

Los Salazar han jurado no regresar a España sin el cadáver de su hija, pero cada día que pasa las posibilidades de lograrlo se reducen. Temen que el esfuerzo de las autoridades en la búsqueda se desinfle poco a poco y su situación económica comience a ser insostenible.

Ambos perdieron sus trabajos en España. Su hija también dejó de laborar por cuidar a su hermana menor. (I)

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