El  Gobierno ecuatoriano hizo este jueves en Francia una nueva escala en su búsqueda  internacional de fondos para preservar la reserva natural Yasuní-ITT de  la explotación de sus yacimientos petrolíferos, una iniciativa que  considera un "regalo para la humanidad".
 La secretaria de  Estado encargada de ese proyecto, Ivonne Baki, destacó en entrevista  con EFE que aunque lo más fácil para el país sería utilizar el petróleo  existente, se busca dar un ejemplo de conservación eficiente del  planeta.
 La iniciativa prevé dejar bajo tierra el yacimiento  petrolífero en ese parque, una reserva considerada entre las más  importantes del planeta en concentración de biodiversidad, a cambio de  una compensación internacional.
 Con ello se estima que dejarán  de emitirse 400 millones de toneladas de dióxido de carbono, al no  ser explotados los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini, donde se  calculan reservas de más de 800 millones de barriles de petróleo.
 La presión que han recibido y reciben por parte de las petroleras ha  sido fuerte, indica Baki, al igual que la reticencia económica y  política, pero se está en camino de lograr los 290 millones de dólares  previstos para este año, y de que los acuerdos alcanzados no sean  puntuales sino que tengan continuidad en el tiempo.
 En Francia  se ha reunido entre otras con la ministra de Ecología, Delphine Batho, y  con la de Vivienda, Cécile Duflot, y se ha detectado una reacción  positiva en empresas como LOréal que podría conducir a futuros  acuerdos.
 Desde que se lanzó el proyecto el año pasado la  campaña de concienciación interna se ha expandido internacionalmente y  se ha abierto a la sociedad civil y a la red empresarial, que según Baki  empieza a valorar la importancia del medio ambiente y de contribuir a  su conservación.
 "No creíamos que íbamos a llegar tan lejos",  admite la secretaria de Estado, según la cual este proceso ha permitido a  Ecuador ser consciente del "valor agregado de la riqueza que tiene bajo  tierra".
 La defensa de ese terreno ha calado tan hondo que a  su juicio ningún cambio de Gobierno va a atreverse a dar marcha atrás,  ni llegado el caso de que la búsqueda de fondos fuera inferior a la  reclamada, que en doce años persigue recaudar 3.600 millones de dólares.
 "Hemos usado y abusado tanto de este planeta que estaba pidiendo a  gritos que se hiciera algo", concluyó la representante ecuatoriana, que  espera que este programa sirva de ejemplo a otros países.