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El Telégrafo

Dos personas se encargan de su cuidado

Una mujer de Tulcán celebró sus 105 años

La señora Esther Pozo celebró el martes 105 años en compañía de sus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y algunos vecinos del barrio. Foto: Carlos Jiménez │ El Telégrafo
La señora Esther Pozo celebró el martes 105 años en compañía de sus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y algunos vecinos del barrio. Foto: Carlos Jiménez │ El Telégrafo
10 de abril de 2014 - 00:00 - Redacción Actualidad

Una mesa bien arreglada con bocadillos, trozos de queso, salchichas, galletas, caramelos, copas de champaña y un gran pastel con el número 105, hubo anteayer en la fiesta de cumpleaños de Esther María Pozo Champutiz.

Ella se encuentra rodeada de sus familiares, que se reunieron para celebrarle un año más de vida.

Esthercita, como la llaman sus parientes, nació el 8 de abril de 1909. Estuvo casada con Ángel Bautista Delgado, con quien procreó 8 hijos, Enma y Mariana Pozo, Héctor, Milton, Blanca, Wilson (+), Guadalupe y Marcia Delgado.

Dentro de esta larga línea genealógica constan también 25 nietos, 44 bisnietos y 10 tataranietos. Tres de sus hijos viven en Estados Unidos y Puerto Rico. Ellos no pudieron asistir al evento.

Eso no impidió que el resto de familiares acuda hasta el domicilio para festejarla. Previo al tradicional evento de soplar las velas, su yerno Alonso Bastidas, con guitarra en mano entona la canción del ‘feliz cumpleaños’, que es coreada por todos.

Doña Esther vive con uno de sus hijos en un inmueble ubicado en las calles Brasil y Sucre, centro-norte de la ciudad, bajo los cuidados de una hija y su empleada.

A pesar de su avanzada edad, aún camina y habla poco. “Se acuerda de cuando iba al mercado y de Carmen, una de sus últimas cuidadoras. También le gusta cantar y hay días que amanece muy conversona”, contó Fidelina, su actual cuidadora.

Cuando no está tomando el sol en el patio, doña Esther permanece sentada en la esquina de un dormitorio, cubierta con una cobija térmica y un gorro sobre su blanca cabellera.

Al igual que los últimos onomásticos, este se dio en medio de las interrogantes de sus familiares por conocer las razones de su longevidad.

Marcia Delgado, hija de 60 años, recordó que su madre era ‘regañona’ con todos sus hermanos, por las travesuras que hacían durante la niñez.

Gabriela Salazar, bisnieta de 13 años, atribuye la larga vida a la buena alimentación de las personas de antaño.

La joven agregó que los cumpleaños doña Esther contribuyen a que toda la familia se reúna para festejar y conversar de asuntos que les preocupa a todos.

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