¿Qué hacía el comandante de la Marina del Ecuador con su par de Argentina, considerada el ala más sangrienta de ese país? ¿Es verdad que un teniente argetino estuvo por acá previo a la muerte de Jaime Roldós? ¿Por qué nombro Osvaldo Hurtado a Raúl Sorroza como ministro de Defensa cuando Roldós ya lo había dado de baja?

Todas esas preguntas quedan en la mente del público al salir de ver el docuemntal La muerte de Jaime Roldós en las salas de cine del país.

Además, la influencia de Jaime Roldós Aguilera en el contexto nacional e internacional y las incógnitas sobre su repentina muerte (1981) son, entre otros, los aspectos más relevantes del documental.

La película toca aspectos no aclarados como las investigaciones sobre el accidente aviatorio que produjo la muerte del Mandatario, de su esposa Martha Bucaram, parte de su gabinete y la tripulación, en 1981.

El recorrido comienza con el ocaso de la dictadura militar que convocó a elecciones en 1978, pero vetó la eventual candidatura presidencial de Assad Bucaram (entonces líder del CFP y claro favorito).

Entonces “don Assad” postuló al esposo de su sobrina. Durante la campaña se escuchaba “Roldós a la Presidencia, Bucaram al poder”. El 16 de julio de 1978 éste triunfó en la primera vuelta. Pero se desató una guerra sicológica, con atentados a bancos y domicilios de políticos mientras la derecha denunciaba que Roldós había cometido fraude. León Febres Cordero era quien lideraba las acusaciones.

La segunda vuelta se efectuó nueve meses después, en medio de una agitación política que tuvo como corolario el asesinato del político Abdón Calderón Muñoz, quien había denunciado presuntos actos de corrupción en el triunvirato y apoyaba a Roldós. La investigación determinó que el entonces ministro de Gobierno, Bolívar Jarrín Cahueñas, fue el autor intelectual.

Con más del 70% de los votos, Roldós ganó los comicios y en agosto de 1979 fue posesionado. Veinte días después rompe con Assad Bucaram. La película señala que el líder cefepista lo traicionó al aliarse con la derecha en la Cámara Nacional de Representantes. Roldós amenazó con convocar a un plebiscito para disolver el Legislativo.

El documental aborda un aspecto poco recordado del fallecido presidente: su política internacional en defensa de la democracia y los derechos humanos en una época en que los gobiernos de la región eran regidos por dictaduras. (Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil, Honduras, Guatemala y El Salvador).

Con los países de regímenes democráticos (Venezuela, Colombia y Perú) impulsó la Declaración por la defensa de los derechos humanos (conocida también como Carta de Conducta) que tenía como mensaje para las dictaduras rendir cuentas a la comunidad internacional por sus excesos.    

Con Napoleón Duarte, entonces mandatario de El Salvador (país que vivía una cruenta guerra civil),  protagonizó una fuerte discrepancia en Colombia. El centroamericano le recriminó por su juventud e inexperiencia, a lo que Roldós le respondió: “Quizá soy un inexperto, pero mi gobierno se levanta sobre una montaña de votos populares, mientras que el suyo sobre una montaña de cadáveres”.

En ese marco, asiló a perseguidos por las dictaduras. A eso se suma su cercanía con el régimen sandinista de Nicaragua y el distanciamiento con el gobierno del republicano Ronald Reagan.

Tras la guerra de Paquisha entre Ecuador y Perú (1981), las Fuerzas Armadas presionaron  por modernizar el armamento bélico para la defensa del país. El documental muestra la cadena nacional en la que Roldós desglosa cada desembolso para la compra de los aviones supersónicos K-fir que querían los uniformados.

Un reacio presidente tuvo que adoptar  un programa de ajustes que elevó el costo de la vida. Eso generó protestas callejeras en el país. Su muerte ocurrió el 24 de mayo de 1981. La aeronave en que viajaba se estrelló en forma inexplicable en el cerro Huayrapungo (Loja).

El documental enfatiza que por esos días, el vicealmirante Raúl Sorroza Encalada (quien tenía vínculos amistosos con militares de la dictadura argentina) increpó a Roldós al decirle que su política era muy lírica por defender los derechos humanos.

Teresa Minuche (entonces secretaria del Presidente) cuenta que Sorroza iba a ser dado de baja, pues el documento estaba en el despacho para la firma del Mandatario, pero ocurrió su repentina muerte. El militar luego fue ministro de Defensa de Osvaldo Hurtado.

Sobre la muerte de Roldós, el informe oficial estableció que fue un accidente y se responsabilizó al piloto del siniestro, pero la Policía de Zurich (Suiza) señaló que los motores de la aeronave estaban inactivos cuando se estrelló el avión. Eso despertó las sospechas de que se habría producido  un  atentado.  

El informe de Zurich no fue avalado por el gobierno de Hurtado, quien asumió el poder la misma noche en que se conoció la muerte de Roldós. De hecho, semanas después defendió a las Fuerzas Armadas y la investigación que efectuaron.