“Da Dignidad por un Ecuador sin mendicidad”, se leía en las camisetas blancas que vestían más de 100 niños de la comunidad de Cochapamba, en la parroquia de Cangahua (Cayambe). Junto a sus padres permanecían reunidos en la casa comunal del lugar y esperaban con ansias su regalo de Navidad.

Una sonrisa se pintaba en el rostro de los niños, pues una fiesta comenzaba para ellos. Con saltos y malabares se acercaban los payasos y las jóvenes disfrazadas de muñecas de trapo para contarles chistes y hacerles jugar con títeres.

A diferencia de años anteriores, los mismos niños que antes se aglomeraban  al borde de la Panamericana Norte para mendigar ahora se encontraban jugando y divirtiendo con los brigadistas del Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies), cuya misión es erradicar la mendicidad en época de Navidad.

La campaña impulsada por el
Mies inició el 14 de diciembre y culminará mañanaExtensas áreas verdes de páramo cobijan la comunidad, donde viven más de 50 familias, cuya activad económica principal es la microagricultura. Sus condiciones de vida no son las óptimas, pues hacen falta centros de salud y escuelas. Solo en esta comunidad viven alrededor de 200 niños, quienes años atrás pedían dinero, ropa y juguetes a los conductores en la carretera.

Un brillo de ilusión se reflejaba en sus ojos cuando a un costado del escenario improvisado veían las grandes  cajas forradas con papel de regalo, pero su timidez les impedía acercarse.   

Con sus manos impregnadas de tierra y las mejillas rojas por el frío del páramo, bajaron por entre el sembrío de cebolla los hermanos Rosa y Edwin Aules (11 y 10 años), desde su casa en una loma cercana. Era  cerca de las 09:30 y caminaban apresurados para recibir a los funcionarios del Mies, pues otros niños ya estaban reunidos desde muy temprano en la casa comunal.

“Mi papá nos contó del programa de hoy. Sabemos que no debemos salir a las calles a pedir caramelos  porque corremos peligro. Una prima mía sí lo hacía antes y se salvó de que le atropelle un auto”, comentó Rosa, con una cabellera enrededa por el viento.

DATOS

Se han activado 35 puntos en los que se receptan donaciones. De esta forma se canaliza la solidaridad de las personas sin poner en riesgo a los grupos vulnerables.

Actualmente el Mies ejecuta las modalidades de prevención y erradicación del trabajo infantil en 9 zonas del país, atendiendo a 44 mil niños, niñas y adolescentes, aproximadamente, a través de la firma de 158 convenios de prestación de servicio.

También se coordina  acciones con varias instituciones públicas, privadas y organizaciones locales para reducir la presencia de personas en mendicidadEl Mies inició el programa ‘Da Dignidad’ hace 6 años y actualmente  funciona en 16 provincias, siendo las  de mayor incidencia: Carchi, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Loja, El Oro, Manabí, Guayas, Santa Elena, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas.

Elba Gámez, gerente del proyecto de Mendicidad del Miduvi, mencionó que no es posible determinar una cifra que indique cuánto se logró reducir la mendicidad, porque  “es una población cambiante y  no podemos definir un porcentaje, pero es claro que existe una disminución, pues basta mirar que la avenida Panamericana luce vacía, u otras autopistas del país”.

Cuando el sol estuvo en el centro de la plaza, cada niño y los abuelos de la comunidad recibieron sus  regalos, aunque las ansias por tener entre sus manos una de las fundas tomates que entregaban los miembros del ministerio  ocasionó algo de desorden.

Los niños corrieron hacia un costado de la plaza y se sentaron en círculo para mostrar unos a otros lo que recibieron. “Mis 6 hermanos recibieron un regalo. En mi funda vino ropa para mujer y una funda de fideo, eso le voy a dar a mi mamá. A mis hermanos más pequeños sí les dieron  juguetes”, contó  Cristian Farinango, de 13 años.

Los riesgos que corren los niños y ancianos al mendigar son varios, por eso la campaña llega, sobre todo, a las comunidades rurales, para evitar accidentes y decirles que la Navidad se debe pasar en familia.

Desde el 2007 el programa ha beneficiado a 20 mil personas y sensibilizado a 200 mil ciudadanos a nivel  nacional. La secretaría de Estado realiza monitoreos y localiza a las familias en riesgo. Los operativos aumentan especialmente en noviembre y diciembre.