La ex ministra coordinadora de la Producción asumió desde hace seis meses la embajada de Estados Unidos, una de las más delicadas, pues en Ecuador no había un embajador norteamericano después de que la persona que ejercía ese cargo fue expulsada del país.   

Con este panorama, desde su llegada, ¿cómo ha sido su relación con las autoridades de Estados Unidos?

He verificado apertura y el interés de desarrollar una relación de mutuo respeto. Sabemos que no podemos coincidir en todo, sin embargo existen temas en los cuales compartimos similares intereses.

¿Existe interés en Ecuador?

En el ámbito político he encontrado el interés de varias entidades a nivel federal y del Congreso a conocer más sobre Ecuador y a reiniciar una relación en la que podamos desarrollar una agenda constructiva de mutuo beneficio.

El hecho de que cerca de un millón quinientos mil ecuatorianos hayan decido emigrar a los EE.UU. nos determina la necesidad de trabajar a favor de esa comunidad emigrante, en particular de aquella que está en situación de vulnerabilidad.

La renovación de las preferencias arancelarias es muy importante para Ecuador, siendo este país el principal socio comercial, ¿en qué se trabaja para recuperar este beneficio?

Es importante aclarar que el mercado estadounidense es clave para la transformación productiva, dado que bajo las preferencias andinas se encuentra exonerada de aranceles la producción industrializada de vegetales y frutas, así como otros productos de valor agregado. Desde el punto de vista de la política de transformación productiva y de  inclusión económica, el mantener estas preferencias es determinante.

¿Es decir que no solo se benefician los empresarios?

Creo que es un error pensar que la renovación es un asunto que atañe solo a empresarios, porque alrededor de las preferencias  están empleos y oportunidades que se han generado para comunidades indígenas, actores de la economía popular y solidaria, pequeñas y medianas empresas. 

¿Hay logros en este trabajo?

Uno de los principales objetivos del Atpdea (siglas que significan Ley de Preferencia Comercial Andina para la Erradicación de las Drogas) es ofrecer incentivos para generar empleos y oportunidades alternativos para evitar la producción de drogas.

En ese contexto, mi trabajo se concentra en generar conciencia de que Ecuador ha sido el país beneficiario del Atpdea más exitoso, porque, a pesar de estar en una zona geográfica donde se encuentran los principales productores de coca y amapolas, sigue siendo un país  libre de cultivos ilícitos. El Atpdea es hoy, más que nunca, una herramienta indispensable para combatir al narcotráfico.

¿Existe una alternativa ante la negativa de obtener el beneficio arancelario a largo plazo?

Prefiero no anticiparme a negativas. En todo caso sí estamos estudiando todas las alternativas. Una de ellas, y que es efectiva para una amplia gama de productos, es el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) de EE.UU., que cubre ya a algunos productos del Atpdea. También está el proponer una modificación de los productos elegibles del SGP,  para incluir algunos sensibles en empleo en Ecuador.

El diseño de un programa de preferencias diferente es otra alternativa, aunque bastante complicada, porque involucra a otros países que tendrían que ser considerados junto con Ecuador y por ende el diseño de una nueva ley, que tendría que pasar por el consenso en el Congreso.

Luego de manejar la cartera de Producción, usted está muy ligada al tema económico, ¿en su embajada cómo avanza la inclusión de nuevos productos ecuatorianos a ese mercado?

Debo señalar que existe una serie de productos que están ingresando de manera exitosa a EE.UU. y que amplían nuestra oferta exportable, como son los alimentos procesados y enlatados, congelados, listos para comer, elaborados de banano, aplicaciones vegetales para la perfumería, manteca de cacao, chocolates, los gandules, la malanga, el té de guayusa, que es considerado un energético natural; cables eléctricos, sacos de fibras recicladas, artesanías, entre muchos otros que tienen una proyección interesante.

¿Y en cuánto a los tradicionales?

De la oferta de productos tradicionales, como las exportaciones de plátano y elaborados que tienen un alto contenido inclusivo, han alcanzado volúmenes históricos en el orden de los $68 millones, duplicándose en los últimos 4 años. Las comunidades migrantes también están atrayendo productos que responden a la demanda nostálgica, como leche chocolatada que empieza a llegar a este mercado.

¿El apoyo a los pequeños productores es una de las prioridades en su gestión?

Así es, lo hice desde mis cargos anteriores. Es una de mis pasiones el apoyar a las pequeñas comunidades y productores a mejorar su oferta y encontrar nuevos mercados, y aquí hay gran oportunidad. Justo la semana del 18 tenemos una feria de alimentos en DC, donde participarán muchos productos de comunidades y pequeñas empresas.

En Estados Unidos está una de las comunidades más grandes de migrantes ecuatorianos. ¿Qué beneficios se han conseguido para ellos?

Hemos conseguido asociaciones estratégicas con el Departamento de Trabajo para que los migrantes tengan conocimiento y acceso a la defensa de sus derechos laborales y para que los hagan efectivos.

Otra de las políticas en que creo  es la capacitación técnica, por eso hemos trabajado con entidades de Ecuador y Estados Unidos para dar capacitación a nuestros migrantes y mejorar sus capacidades.  

¿Cuáles son los resultados?

Se realizó ya un convenio entre estas entidades que permitirán que se otorguen becas de hasta 3.000 dólares para capacitación técnica de hasta 300 horas. Trabajé con el municipio de Nueva York para unir recursos y multiplicar el alcance de este programa, que empieza como piloto en Nueva York, New Jersey y Connecticut  para luego expandirse en todo el país.

Con el Departamento de Salud y la asociación con Walgreens hemos facilitado vacunas gratis a la comunidad migrante y descuentos en medicinas y atención de primer nivel.

¿Cuáles son sus metas en la embajada?

Mis metas a inicios de gestión son las de impulsar alianzas estratégicas con las universidades y centros de investigación más importantes de este país para impulsar el desarrollo de Ecuador de manera sostenida y firme.  

Trabajar en favor de los migrantes. Atraer inversión productiva que nos permita impulsar el desarrollo del país y también la industria turística. Al finalizar aspiro a haber fortalecido la relación comercial y, sobre todo, de la generación del empleo, así como incrementar los niveles de transferencia tecnológica e inversión, y haber contribuido a la protección de los derechos de nuestros migrantes.

¿Ha pensado en incursionar activamente en las próximas elecciones? De ser así, ¿para qué dignidad?

Siempre he tenido la disposición y la vocación  para servir a nuestro país. El Presidente de la República me ha encomendado representarlo en Estados Unidos y he asumido este reto con entrega y humildad.

Ahora debo concentrarme en mi labor,  que aspiro a que  sea por  el tiempo necesario para concretar resultados, siempre y cuando el Presidente mantenga confianza en mi gestión, y mi familia me lo permita.

Por mi parte no he pensado en incursionar en las elecciones, puesto que el encargo que he recibido es de otra naturaleza, y me debo a esa confianza en mí depositada y al país por el que trabajo con patriotismo.