Juan Carlos Solines, ex candidato a la Vicepresidencia de la República en fórmula con el banquero Guillermo Lasso, conversó sobre los planes que tiene movimiento CREO tras los resultados de los comicios del 17 de febrero pasado y de cara a las elecciones locales que se avecinan.

Insiste en que él y Lasso no son de derecha política, sino de centro, pero no de ese centro oportunista.

¿Se consolida CREO como la segunda fuerza política del país?

Se consolida por los resultados electorales, pero eso no significa que no queda tarea por delante. Una buena oportunidad van a ser las elecciones seccionales de 2014. Como el propio presidente Rafael Correa nos ha calificado, estamos inaugurando una oposición inteligente, propositiva, no de escándalo. El desafío  es seguir difundiendo la propuesta para que en los próximos comicios más gente crea en nosotros.

Y en ese afán,  ¿con quiénes se van a unir, con el mismo Partido Social Cristiano (PSC), con Madera de Guerrero?

No, con el PSC y Madera de Guerrero tuvimos un acuerdo puntual en Guayas, El Oro y Los Ríos para estas elecciones.

Vamos a tener candidatos propios para 2014. Es un tema de responsabilidad nuestra, porque hemos recibido el apoyo de la ciudadanía a CREO y a nuestras propuestas.

A nivel de Asamblea Nacional habrá que ver caso por caso. Cuando determinados proyectos de ley o circunstancias ameriten entrar en diálogos con otras fuerzas minoritarias, lo haremos...

¿Valió la pena separarse del movimiento  (Concertación) de César Montúfar?

Creo que la coyuntura histórica demandaba decisiones patrióticas y cívicas como la que yo adopté, más aún cuando se produjo una crisis interna dentro de Concertación, producto de las ambiciones y las vanidades.

¿Vanidades del propio Montúfar?

Claro. El conflicto en Concertación se da por la disputa de quién era el candidato a vicepresidente, cuando  Lasso me hizo la propuesta a mí, inclusive antes que a Auki Tituaña.

¿Pero, qué están haciendo de cara a las elecciones seccionales?

Estamos haciendo un análisis pormenorizado de nuestra votación cantón por cantón, para ver en dónde tenemos fortalezas y en dónde hay que trabajar más. Evidentemente Quito y Pichincha fueron una muy grata sorpresa para CREO, superó con creces a Guayas. Vamos a tener candidatos propios.

¿Eso es para ustedes como el resurgir de la derecha política?

No. El presidente Correa, aparte de echarnos flores tras las elecciones del 17 de febrero, hábilmente ha tratado de achacarnos el membrete de derecha o de la nueva derecha. No nos consideramos de derecha.

De hecho, la candidatura de Lasso y mía fue  apoyada por el movimiento CREO lista 21 y Unidos por el Ecuador, que aglutina a más de 50 organizaciones políticas nacionales y locales, que fluctúan desde la centro-derecha a la centro-izquierda.

Pero la gente, ahora, con madurez política, ve como oportunistas a aquellos que se dicen de centro, ya que si les conviene se viran a la derecha o  se viran a la izquierda.

Cuando descendemos al tema ideológico, no hay tal. No es que nos vamos por un lado o por otro, según nos convenga.   Por qué voy a ser de derecha si soy de clase media. Cuando nací, mis padres eran estudiantes de Derecho, vivíamos en una casa  humilde en el centro de Quito. Hasta los 11 años viví allí y luego en El Labrador, estudié en la Universidad Católica, soy abogado, vivo de mi profesión, no heredé, no tengo fortuna, trabajo para pagar mis cuentas y  la educación de mis hijos.

¿De clase media que conjuga bien con el banquero?

Yo no tenía una amistad previa con Lasso. En la campaña me di cuenta de que es un hombre y un perfil que también viene de clase media, que  ha tenido que luchar para superarse, que no heredó nada, trabajó desde los 15 años, su papá era un empleado del IESS, eran 11 hermanos, que  tuvo que trabajar para pagarse estudios.

¿Buscarán aglutinar a las fuerzas opositoras que están dispersas?

No creo que están dispersas. En Unidos por el Ecuador  creo que hay una concentración enorme que explica nuestra alta votación. El resto de fuerzas son absolutamente marginales en la votación. La izquierda pura ha tenido un revés y no pudo ni siquiera sacar su voto histórico de Pachakutik y MPD; la nueva izquierda, como se presentaba Ruptura, es un voto absolutamente marginal.

¿Les falta Lucio Gutiérrez o no?

Con Lucio no tendremos un acuerdo, porque creo que él es un proceso de carácter populista y clientelar.

¿Financieramente, quién apoyó la candidatura de CREO, aparte del mismo banquero Lasso?

Las élites no nos apoyaron, las grandes corporaciones del país no nos dieron un centavo porque están contentos con Correa. Aquí solamente hay un clientelismo de base y hay un clientelismo de élites también.