En una carta dirigida a la redacción de El Universo, el director de Comunicación Social de la Fuerza Aérea, teniente coronel Antonio Puga Dávila, se queja por la noticia publicada por ese diario sobre el accidente sufrido por el avión Cheetah la semana pasada.

El funcionario concretamente reclama por el párrafo: “Los demás pilotos estamos preocupados por nuestro compañero, somos pocos pilotos y este no es un accidente normal en la aviación. ¿Quién nos garantiza que algo similar no vuelva a ocurrir?, se preguntó uno de los pilotos que se encontraban en la sala de emergencia del Hospital Naval”. El matutino atribuye esta declaración  a un uniformado que no identifica.

Por esa razón, Puga aclara que esa información carece de sustento. “Nuestros pilotos están entrenados y capacitados para enfrentar incidentes que pueden producirse en vuelo. Son los riesgos que enfrentamos cuando cumplimos con nuestro trabajo y para eso estamos preparados”, enfatiza.

Para Puga, “resulta carente de lógica, ética y profesionalismo, entrecomillar una frase  sin citar la fuente de manera expresa”. Además, señala  que este y otros incidentes se pueden generar por diversas circunstancias, porque son inherentes a la aviación militar.

Puga solicita una  publicación íntegra de su carta, conforme al artículo 66, numeral 7 de la Constitución, que establece  “el derecho de toda persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas, emitidas por los medios de comunicación social, a la correspondiente rectificación, réplica o respuesta, en forma inmediata, obligatoria y gratuita, en el mismo espacio u horario”.

Actualmente un equipo conformado por miembros de la Fuerza Aérea y la empresa Denel (la que vendió los aviones Cheetah) realizan una investigación del accidente ocurrido la semana anterior en la base de Taura y en el que resultó con heridas leves el piloto Galo Álvarez.

Las indagaciones iniciaron el 18 de agosto.