Quien era considerado como el heredero de la escultura en ciprés del camposanto Azael Franco, ubicado en Tulcán, provincia de Carchi, falleció de forma repentina la noche del viernes.

Benigno Franco Guerrero, hijo de quien lleva el nombre del cementerio municipal, tenía 68 años.

Su hermano Francisco recordó que desde temprana edad el sexagenario ayudó a su progenitor en el modelado de las figuras.

El Municipio de Tulcán en su cuenta de Facebook publicó una breve necrológica: “Tulcán está de luto. Benigno Franco, encargado de la escultura en verde, se une a su obra para la eternidad. Paz en su tumba”.

Franco también se desempeñó como bibliotecario, docente e inspector general del colegio Bolívar.

A la muerte de su padre, en 1985, heredó la responsabilidad y cuidado de las figuras con la colaboración de varios jardineros a quienes enseñó el arte del ciprés. Todos los días dedicaba varias horas al cuidado de los arbustos.

En mayo, durante una entrevista señaló que: “el arte heredado de su padre era único y que cada figura tenía un significado”.

En la parte frontal del cementerio está la denominada ‘Altar de Dios’, una de las primeras figuras que creó su progenitor.

Explicó que hacer una figura era un trabajo meticuloso y de cuidado. Añadió que se requiere paciencia y, sobre todo, iniciativa, pues no todos los trabajadores podaban las figuras para su mantenimiento.

Entre tanto, la Dirección de Desarrollo Sostenible del Municipio de Tulcán organizó una minga de adecentamiento del sitio, por cuanto el 13 de septiembre se inaugurará el Bulevar del Cementerio.

La inversión para esa obra supera los $ 800 mil y tiene como fin fortalecer turísticamente el camposanto y sectores aledaños.