El pasado 20 de abril la coordinadora nacional de Pachakutik (PK) separó de sus filas al prefecto de Chimborazo, Mariano Curicama, y a tres personas más por cumplir con el acuerdo suscrito con Alianza PAIS en el primer semestre de 2009.

Tras su expulsión de PK, ¿cuál es su relación con el movimiento?

Sigo siendo de Pachakutik. Hay rumores de que me han expulsado, pero oficialmente no he recibido ningún documento. En Chimborazo existe tranquilidad, no hay ningún inconveniente.

Rafael Antuni, coordinador nacional de Pachakutik, afirma que usted junto a Miguel Lluco y dos personas más de la provincia de Chimborazo se separaron de los lineamientos de la agrupación para estar con el Gobierno...

Posiblemente el compañero desconoce o no le han informado de la alianza que firmó en 2009 Delfín Tenesaca (actual presidente de la Ecuarunari) con el movimiento Alianza PAIS, en Chimborazo.

No nos hemos alineado a PAIS, estamos en alianza, que es una cosa distinta. Y a mí deberían destituirme  los de la provincia. Por lo tanto, para mí no tiene ninguna validez  que personas ajenas a Chimborazo quieran expulsarme del movimiento del cual soy su fundador.

¿Pero, qué sucede en Chimborazo con Pachakutik? ¿Se mantiene una visión diferente?

No hay ninguna visión diferente, lo que argumentan es que mantenemos una coordinación con el Gobierno. Yo soy coherente con la alianza, porque para llegar a ser Prefecto, en las elecciones de 2009, se suscribió un documento  entre el movimiento indígena, Pachakutik, PAIS y el Movimiento Municipalista.

Lo único que hago es cumplir con la alianza, apoyándole al señor Presidente (Rafael Correa) que ha sido generoso con Chimborazo. Del resto, creo que hay intereses personales.

¿Las cuotas políticas fueron el punto medular de esa alianza?

Sí, ahí aparecen las cuotas que cada uno ponía para tener candidatos en las parroquias y en los cantones.
Hay un documento firmado y eso no es solo electoral, es una alianza programática.

Según el acuerdo, ¿a cuánto ascendía la cuota para Pachakutik?

Parece que era del 40% para Pachakutik y el 60% para PAIS.

A más de la Prefectura, ¿qué otras dependencias estaban previstas como parte de la alianza?

Se acordó que en los cantones y parroquias cada quien ponía sus candidatos, pero en la Prefectura debía ser uno solo que represente a Pachakutik y a PAIS.

¿Quiénes firmaron ese documento?

A parte de Delfín Tenesaca, no recuerdo los otros nombres. Pero son gente que critica y sin embargo tienen a familiares trabajando en el Gobierno y se olvidan de la alianza.

¿A qué personas se refiere?

Al asambleísta Gerónimo Yantalema y a su asesor, quienes  tienen familiares dentro del Gobierno. Yantalema llegó a la Asamblea gracias a mi apoyo, pero en la provincia desconocemos si sea el autor de alguna ley.

¿Conoce de otras personas que estén en la misma situación? ¿Tiene pruebas?

Sí, pero todo será en su  momento.

¿Considera entonces que se maneja un doble discurso?

Por supuesto.

¿Por qué ahora la dirigencia indígena no habla de la existencia de esa alianza?

Desconozco, pero saben perfectamente por qué se firmó. Si no querían que yo sea coherente con el régimen, esa alianza debía terminarse y así me mantenía en  lo que ellos disponían.

Tenesaca si bien es de Chimborazo, depende de la Ecuarunari que está en Quito. Aquí las bases de la Conaie y Pachakutik ya no dependemos de la capital.

¿Tiene alguna antipatía con Tenesaca y Yantalema?

No, ninguna. Hace mucho que no converso con los compañeros.

¿Pachakutik está debilitado?

En Chimborazo es la primera fuerza política, por lo tanto no hay ninguna debilidad. Cada provincia tendrá que responder con sus actividades y actitudes.

¿Cuál es la agenda que como Pachakutik ha impulsado desde su provincia?

Hemos tratado  la Ley de Aguas, Educación, Tierras, reforma agraria; en fin, todos los temas que, incluso, son los propios lineamientos de Pachakutik a escala nacional. Sin embargo, no podemos dejar de hablar con el Gobierno, al menos yo no voy a cerrar la puerta.

No soy un novato en la política, estoy 35 años en esto y gracias a Dios me ha ido bien. Sigo trabajando y por eso Chimborazo está en las condiciones que está.

Bajo estos términos, ¿siente que ha traicionado los intereses de su movimiento?

Jamás los he traicionado, solo cumplo con los objetivos en los que se ha trabajado desde hace mucho tiempo. En 1992 fui el primer alcalde indígena de la provincia, del país y de la región. Con ese ejemplo se conformó el movimiento. Que ahora quieran desconocerlo es otra cosa, porque hay intereses de por medio.