El director de Fundamedios, César Ricaurte, dirigió ayer una carta abierta al presidente Rafael Correa, en la que lo acusa de estar detrás de la publicación de los cables de Wikileaks.

“Actualmente, sus ataques se refieren a que supuestamente hemos sido ‘contacto’ o somos ‘informantes’ de la Embajada de los Estados Unidos en Ecuador. Cita como sustento de sus afirmaciones un cable de Wikileaks”.

Ricaurte afirma que sus preocupaciones son públicas y niega afanes conspirativos contra el Gobierno. Y agrega que el cable de la Embajada estadounidense ya fue publicado el año pasado por la “prensa independiente”.

Ricaurte menciona “el papel que han tenido los medios de comunicación que controla su Gobierno (25, según nuestro conteo). Estos han reproducido acusaciones en nuestra contra, se han inventado datos sin jamás contrastar fuentes y comprobar datos. Han actuado reiteradamente con desprecio absoluto a la verdad”.

En la edición del jueves pasado, El Telégrafo publicó un reportaje, basado en los cables de la Embajada de EE.UU. en Quito, filtrado por Wikileaks, en el que se detalla la relación que mantenía la representación diplomática con periodistas ecuatorianos.

Nota de la Redacción

El señor Ricaurte debería demostrar con hechos los datos que los medios “controlados por el Gobierno” se han inventado.

Si se refiere al diario El Telégrafo, debería probarlo antes de lanzar cualquier acusación. En nuestros reportes e informes jamás hemos colocado un adjetivo sobre él.

Y si se refiere a las publicaciones sobre los cables revelados por WikiLeaks, que Ricaurte sabe que son públicos y estan a su disposición en la web de este diario, no tendría sino que hablar con la Embajada de EE.UU. (no le será nada difícil dada la cercanía que sostiene y los viajes frecuentes que hace a Washington) para que certifique quién dice lo que a él le molesta o afecta.

Si el “desprecio a la verdad” que señala el director de Fundamedios lo endilga sin pruebas, quien está ofendiendo e injuriando es Ricaurte y por lo mismo, sin ninguna condición, le invitamos a que se reúna con nuestros editores y periodistas para que dé su versión y compruebe cómo nosotros lo hemos afectado. Queda hecha la invitación.