Dos vehículos ecuatorianos de transporte internacional de carga de la empresa Intracarsa fueron atacados la noche del 10 de noviembre. El uno –matrícula PAZ-632– con una bomba incendiaria y el otro –matrícula CAE-137– con piedras. Los ataques se produjeron en un estacionamiento de camiones de Cali y en la vía Popayán-Cali, en Santander de Quilichao, respectivamente.

De acuerdo con los testimonios, los agresores están relacionados con la Asociación de Camioneros de Colombia, que mantiene una medida de hecho contra los transportistas ecuatorianos, a pesar de los compromisos asumidos por los presidentes de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en Bogotá, el 8 de noviembre. 

Según consta en la declaración de Bogotá, firmada ese día, los presidentes de los países miembros del organismo se comprometen a “Dar cumplimiento irrestricto a la normativa comunitaria, particularmente a las disposiciones relativas al libre tránsito de transporte terrestre”.

Nelson Pozo, gerente de la compañía Intracarsa, con 22 años de trayectoria, dice que exactamente un año antes de este atentado sufrió otra agresión, que le produjo daños por cerca de 44.000 dólares a uno de sus vehículos, y la demanda judicial hasta el momento no ha sido resuelta por las instancias dependientes, de manera que el hecho continúa impune.